FOTO: REUTERS La población afectada por el conflicto en Afganistán entre talibanes, el Estado Islámico y Estados Unidos rebasó en 2019  

La población afectada por el conflicto en Afganistán entre talibanes, el Estado Islámico y Estados Unidos rebasó en 2019, por sexto año consecutivo, las 10 mil víctimas, entre las cuales están civiles muertos y heridos, informó hoy la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA, por sus siglas en inglés).

 

La UNAMA presentó este sábado su reporte anual de protección a civiles en conflictos armados, donde concluyó que el porcentaje de la población local afectada por los enfrentamientos se mantiene en niveles críticos. El año pasado se registraron tres mil 403 muertos y seis mil 989 heridos.

 

El organismo internacional también realizó un análisis del daño ocasionado por la violencia en el país de Medio Oriente a lo largo de la década y detalló que entre 2009 y 2019 más de 100 mil personas han resultado afectadas por una guerra que no cesa.

 

El jefe de la UNAMA, Tadamichi Yamamoto, enfatizó en la presentación del reporte que lamentablemente son pocos los civiles que han logrado escapar del conflicto armado, en un contexto donde los ataques entre facciones han alterado el estilo de vida de la población afgana.

 

Yamamoto hizo un llamado a las partes a detener los combates, ya que la paz está muy atrasada”. “Mientras los esfuerzos por conseguirla continúan, deben protegerse las vidas de los civiles”, exhortó el dirigente del organismo.

 

Según la información presentada por la UNAMA, en colaboración con la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, la cifra de civiles víctimas del Estado Islámico de Irak y el Levante, organizaciones antigubernamentales consideradas como terroristas, se redujo cinco por ciento en comparación con 2018.

 

No obstante, la población afectada por grupos talibanes y las fuerzas militares internacionales aumentó 21 por ciento y 18 por ciento, respectivamente. Esto se debe al incremento en el uso de explosivos y ataques aéreos como recursos de defensa.

 

Tras conocer las cifras presentadas por la UNAMA, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, afirmó que “todas las partes en conflicto deben cumplir con los principios clave de distinción, proporcionalidad y precaución para evitar víctimas civiles”.

 

Este sábado los grupos talibanes y las fuerzas estadounidenses también anunciaron una reducción de las actividades armadas durante los próximos días, como resultado de las negociaciones rumbo a la firma de un posible tratado de paz entre los fundamentalistas y Washington.

 

Las fuerzas armadas estadounidenses anunciaron el cese al fuego y los rebeldes afganos ordenaron desde el viernes el fin de las acciones armadas y la cancelación de las que se encontraban preparadas.

 

Estados Unidos envió tropas por primera vez a Afganistán luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001, llevados a cabo por Al Qaeda, contra el World Trade Center en Nueva York.

 

TFA