En el mundo hay 670 millones de analfabetos, pese a que la educación es fundamental para poder prosperar social y económicamente. Los Parlamentos de todo el mundo representan un papel clave para garantizar que se asignen los recursos financieros adecuados en esta materia en todos los presupuestos nacionales.

Ante la reunión anual de la Unión Interparlamentaria en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, el presidente de la Asamblea General dijo que la educación es una de sus prioridades y alentó a los parlamentarios a que aseguren el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 4 de la Agenda 2030, dedicado a la educación.

Tijjani Muhammad-Bande subrayó que para brindar a los jóvenes “el mejor comienzo posible en la vida”, ese objetivo debe financiarse adecuadamente.

Detalló que para los niños atrapados en un conflicto, la escuela brinda estabilidad y esperanza de un futuro más brillante. Con cada año de educación, se reduce el riesgo de la participación de los jóvenes en el conflicto en 20%. Además, los graduados de educación secundaria exhiben más tolerancia hacia las personas de diferente raza, religión y estatus migratorio que sus pares de educación primaria.

Por su parte, la mexicana Gabriela Cuevas Barrón, presidenta de la Unión Interparlamentaria, habló de la existencia de una “crisis del aprendizaje” global. En la actualidad, dijo, uno de cada cuatro países no asigna 4% de su PIB ni 15% de la inversión pública a la educación. Ambos umbrales son los mínimos que recoge la meta 4 para su cumplimiento.

LEG