Hace un año le hablaba de la creación de la estructura de lo que sería la central obrera del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, al más puro viejo estilo de lo que era la CTM en tiempos del PRI, con un líder que pueda controlar a los trabajadores, como lo hizo durante décadas Fidel Velázquez. Pues bien, la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), que encabeza Pedro Miguel Haces Barba, es una realidad y llega para flanquear al presidente en los actos en donde sea necesarios, como el reciente donde se respalda la decisión de revisar el sistema de pensiones del país.
El tema no es menos porque además de que se debe integrar una iniciativa y presentarla al Congreso de la Unión y, la CATEM expondrá sus consideraciones, llamando a eso “sindicalismo moderno del país”, que es aquel que “no roba, no traiciona y no chinga a los empresarios, y el que armoniza los factores de la producción”. Pero va más allá, porque además de modernizar sus estatutos para sintonía con la nueva Reforma Laboral, esta organización del sobrino de Leonardo Rodríguez Alcaine, con dos millones de agremiados va por su registro como partido político.
Un asunto espinoso que se pudiera complicar, es que se le menciona como dueño de la firma Seglim, especializada en servicios de seguridad privada, limpieza y mantenimiento. Y hasta donde se sabe, tuvo contratos con los gobiernos de Oaxaca y Veracruz, por ello se vio con sospechosismo la presenta de Alejandro Murat, en la foto oficial, en donde además estaba Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo, Carlos Martínez Velázquez, director del Infonavit, Andrés Peñaloza, presidente de la Conasami, y el senador Ricardo Monreal.
Pero eso no es todo, tuvo invitados de “lujo” en el décimo Congreso Nacional de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México: a la conductora Laura Bozzo, el hijo del Santo, el obispo Onésimo Cepeda y el exsenador Armando Ríos Piter. Aquello parecía una ceremonia donde se entregaría un premio Nobel. Numerosas empresas siguen viendo un riesgo que las relaciones laborales dependan en México de manipulaciones políticas. López Obrador ha prometido una vez más que Morena no meterá las manos en la vida interna de los sindicatos, y al tiempo ha tomado distancia del periodo que lo llevó al poder.
Al tiempo, queda claro que el resurgimiento del corporativismo obrero, está más vivo que nunca y envía todas las señales que dejan claro que, como en los viejos del tiempos del PRI, será un gran baluarte tener de aliados a Fuerza Social por México. Muchos presentes movían la cabeza buscando en todo momento al senador Napoleón Gómez Urrutia, pero el mal manejado tema outsourcing, afirman que lo ha distanciado del presiente López Obrador, por ello no le extrañe que pronto otro senador se quede con la comisión del trabajo del senado.
Voz en Off
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