Durante el 107 aniversario luctuoso de Gustavo A. Madero, el Presidente Andrés Manuel López Obrador reprochó que la prensa apoyó las decisiones del porfirismo, que se mantenía beligerante cuando su hermano Francisco I. Madero asumió la presidencia.

 

“La reacción, a cualquier medida a favor de la democracia o la justicia, en particular todo aquello que fuera una afectación a los intereses creados, contaba con el apoyo de la prensa que había recobrado su libertad”.

 

“Miren la paradoja, gracias a quien era blanco de los más feroces ataques. Mordían la mano a quienes les quitó el bozal. Dura, pero clara expresión de Gustavo A. Madero que nunca le perdonarían”, expresó en el acto realizado en la Biblioteca de México ubicada en la Plaza de la Ciudadela.

 

El mandatario recordó que Gustavo A. Madero tenía tanta fortaleza que el “siniestro” Victoriano Huerta le temía: de éste también criticó que el cómo los entregó, junto con el capitán Adolfo Bassó a la jauría militar.

 

“Es impúdico relatar la crueldad del crimen de Gustavo, la tortura alcanzó los grados más altos de infamia y de ruindad Fueron tan miserables que ni siquiera le dejamos a Bassó cumplir su último deseo, que era morir fusilados viendo las estrellas”.

 

El mandatario destacó que sobre ese hecho fue aplaudido por un grupo, el cual omitió mencionar para no generar más polarización en su administración.

 

El Presidente, quien previamente montó una guardia de honor en el sitio donde estos personajes fueron fusilados, invitó a no olvidar la memoria histórica del país.

 

Durante los discursos, Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia, bisnieto de Gustavo A. Madero, recordó que el revolucionario mantuvo su fidelidad a la patria, a su familia y a sus convicciones hasta la muerte sin la búsqueda de los reflectores.

 

Como ejemplo, recordó que pese a que Francisco le había advertido que lo iban a matar, Gustavo habló del hecho en plural, y aunque su hermano lo mandó de embajador a Japón, éste pospuso su viaje y apoyó a su hermano desde la Ciudad de México y participó en la Marcha de la Lealtad, 10 días antes de que lo asesinaran en la Plaza de la Ciudalela.

 

 

 

CS