Foto: Archivo 24 horas El 70% del volumen de aguas concesionadas está en manos de apenas 2% de los titulares; mientras que 25 millones de mexicanos sólo tienen acceso al agua en su vivienda o terreno cada tercer día o dos veces a la semana”, afirmó Elena Burns  

Respaldada por más de 400 organizaciones civiles, expertos y académicos, el Congreso de la Unión analizará la propuesta ciudadana para crear la Ley General de Aguas, que garantice a la población su acceso equitativo, saneamiento y evitar el acaparamiento.

En la propuesta que fue presentada a la Cámara de Diputados como cámara de origen y al Senado de la República, se establecen 12 objetivos, entre los que destacan el respeto a la naturaleza; a las aguas de los pueblos, ejidos y comunidades; reconocer el derecho ciudadano a vetar proyectos dañinos; acabar el acaparamiento, contaminación e impunidad de grandes usuarios y prohibir agua para minería tóxica y fracking, entre otras.

“Según datos oficiales de Inegi, de la Auditoria Superior de la Federación y de la propia Conagua, documentan nuestro descenso al desastre bajo este esquema: El 70% del volumen de aguas concesionadas está en manos de apenas 2% de los titulares; mientras que 25 millones de mexicanos sólo tienen acceso al agua en su vivienda o terreno cada tercer día o dos veces a la semana”, afirmó Elena Burns, autora de la iniciativa.

De acuerdo con el presidente de la comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural del Senado, José Narro Céspedes, la ruta legislativa para la discusión, análisis y dictaminación, será la Cámara de Diputados como cámara de origen, y el Senado como cámara revisora, a través de las comisiones unidas de Agricultura; de Salud; de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático; de Derechos Humanos y de Asuntos Indígenas, principalmente y resaltó que el proceso se realizará en el actual período ordinario de sesiones.

La propuesta es reglamentaria de los Artículos 1, 2, 4, 27, 115 y 122 Constitucionales y, define las bases, apoyos y modalidades para proteger y preservar todas las aguas superficiales y subterráneas, pluviales, residuales y de toda índole, incluyendo la restauración de los ciclos del agua y de las cuencas.

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