Allá afuera hay una nueva enfermedad que tiene una expansión exponencial. Y aunque parece que tiene una tasa de mortalidad baja, es la fecha en que no hay una cura que pueda encontrarse rápidamente.

Es cierto que se ha contenido el tráfico de personas, en especial desde la región china que está identificada como el origen de esta nueva sepa del coronavirus. Los vuelos a China son cada vez más limitados y altamente vigilados.

Pero estas enfermedades, con procesos de incubación asintomáticos y largos, pueden fácilmente cruzar fronteras.

Pero hay otros contagios que no se filtran con tapabocas o gel desinfectante. Hay un traspaso en segundos que es prácticamente imposible de evitar y ese es el contagio económico.

No podemos vivir en México con la paranoia del contacto del coronavirus, como vivimos la angustia aterradora del contagio de la influenza AH1N1 en 2009. Tampoco podemos anticipar una catástrofe económica derivada de una enfermedad que tiene a China en una crisis de salud.

Pero debemos tomar precauciones. Atendamos a lo que nos dicen los médicos y los expertos en prevención de la salud para evitar contagios.

Y en materia económica, más valdría tener la certeza a nivel país de que habrá efectos secundarios importantes para las fianzas, el comercio y el crecimiento económico.

Ya hoy hay afectaciones que le pegan a México y que deberían ser motivo de atención de las autoridades fiscales del país.

Hay una clara afectación en el mercado de materias primas. Los precios del petróleo se han caído 30% desde inicios de este año. Las cadenas que surten bienes intermedios para la industria se han interrumpido en muchos sectores. En Wuhan hay por lo menos medio millar de empresas proveedoras de la industria automotriz.

Hay una interrupción en la proveeduría de muchos artículos de consumo provenientes de China. México no es un gran exportador a ese país, pero vaya que importamos artículos desde aquel mercado.

En Estados Unidos, Goldman Sachs espera que, con las afectaciones acumuladas hasta hoy, el crecimiento de la economía estadounidense se vea afectada en al menos medio punto porcentual. ¿Recuerdan lo que pasa cuando a esa economía le da gripa? Sí, a México le puede dar coronavirus.

Los contagios más violentos se pueden dar en los mercados financieros. Si no se logra contener el traspaso de la enfermedad dentro de China y empieza a aumentar el número de casos, por ejemplo en Europa, el pánico podría apoderarse de los mercados financieros.

Por eso es importante que en México dejemos de estar jugando al avioncito y dejar de gastar el guardadito que se tiene para las contingencias financieras, y se diseñe un plan de respuesta ante un escenario de posible parálisis económica mundial.

La receta dice que hay que tomar todas las precauciones posibles. No porque veamos que el coronavirus se contagia en China hay que creer que acá no pasa nada. Hay que lavarnos las manos, hay que tomar precauciones económicas. Y hay que hacerlo ya.

                                                                                                                                @campossuarez