Este domingo se llevó a cabo el aniversario 107 de la marcha de la lealtad, un evento de orgullo militar que recuerda el compromiso y patriotismo del Ejército a la institución presidencial. El hecho histórico rememora la madrugada del 9 de febrero de 1913, cuando el presidente Francisco I. Madero fue informado de una sublevación con la intención de derrocar a su gobierno. Unas fracciones de tropas del Ejército Nacional decidieron levantarse en su contra y tomaron Palacio Nacional, que luego fue recuperado por el Gral. Lauro del Villar.

En este marco, el presidente Madero decidió dirigirse al centro de la ciudad desde la residencia oficial del Castillo de Chapultepec, para ello ordenó que cadetes del Heroico Colegio Militar lo escoltaran, para demostrar que la rebelión había sido controlada por las fuerzas leales. Esta acción se recuerda cada año y es un orgullo para los cadetes en formación, ya que se reafirman los principios de honor, valor, lealtad, mismos que caracterizan a los integrantes de nuestras Fuerzas Armadas, quienes decididamente deciden sacrificarse en defensa de la patria y de las instituciones.

La conmemoración de este evento permite recordar que la lealtad ha sido, es y será siempre un rasgo distintivo de los integrantes del Ejército, Fuerza Aérea y de la Armada, como lo señaló el Gral. secretario, Luis Cresencio Sandoval, “la lealtad de las Fuerzas Armadas al presidente de la república es permanente y absoluta”. No es cosa de un solo día, basta recordar que el lema del Ejército Mexicano es “Siempre leales”, y esa lealtad implica cumplir a cabalidad con el deber de manera desinteresada, tal como lo hacen nuestras Fuerzas Armadas hoy en día.

En su discurso del evento, el Gral. Sandoval apuntó, “La lealtad nace en la conciencia de hacer lo correcto y jamás apartarse de la norma; que la lealtad no es circunstancial o eventual, sino permanente y absoluta y tiene que ver con la solidez de principios que precisan ponerla en práctica junto con los valores que la sustentan”. La lealtad es un valor distintivo y característico de las Fuerzas Armadas, aunque no es el único, ya que también el amor a la patria, a los símbolos patrios, al uniforme, a las insignias, así como el respeto a la cadena de mando y a las instituciones, son los valores que permiten a sus integrantes desempeñarse como lo hacen todos los días.

Deberíamos ver más a nuestras Fuerzas Armadas. Si todos los que estamos construyendo al país, independientemente de nuestra ideología, religión o simpatía política hiciéramos lo correcto a partir de la conciencia y con principios; sin duda, podríamos sacar a Mexico adelante. Sin embargo, nos concentramos en imponer las ideas a los demás, en jalar cada quién para su lado y en defender nuestros puntos de vista antes de siquiera dialogar con los que no piensan como nosotros. Los retos del país son mayores a cualquiera de nuestras diferencias.

Esta fue la segunda ocasión que el presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó la ceremonia de la marcha de la lealtad. Conmemorar esta fecha es muy importante, porque permite explicar a las nuevas generaciones todo lo que ha pasado la nación para llegar a constituirse como es hoy en día. Además, durante el mes aún falta recordar otras fechas que son igual de importantes para las instituciones castrenses, el 10 de febrero se celebra el día de la Fuerza Aérea, el 19 el día del Ejército y el 24, el día de la bandera.

Ojalá y este evento conmemorativo, traiga a la memoria de los gobernantes que antes de cualquier cosa esta nuestra lealtad con la Patria, con México.

 

* Arturo Ávila Anaya, presidente IBN/B Analitycs y experto en Seguridad Nacional por Harvard (NIS).
@ArturoAvila_mx