Termina la obra en la avenida Chapultepec con algunas carencias como lo es la mala o nula señalización, sin embargo ahí en primera fila se encontraba el Secretario de Movilidad que parece no entender los conflictos que genera la falta de señalización en la movilidad de la zona y el titular de la Agencia Digital de Innovación Pública, ambos compartiendo su participación para frenar el proyecto encabezado por Simón Levy en el entonces gobierno del Dr. Miguel Ángel Mancera.

 

Lo anterior llevando a cabo una evidente “caravana con sombrero ajeno”, ya que a decir de los que saben, nadie los vio o los escuchó ni en reuniones vecinales, marchas o manifestaciones, es decir, la realidad es que se trató de un logro cien por ciento vecinal y no de ellos.

 

Este mismo proyecto que en su última etapa había sido promovido como si se tratara de un tema personal por Simon Levy y de quien se dice, fue el que entregó el título de concesión para la torre de 40 pisos y el CETRAM de Chapultepec e impulsaba sin cansancio el segundo piso en esta avenida, así es, se trata del mismo personaje que recientemente fue expuesto por difamar al padre de familia que decidió bajarse del avión en el que viajaba el Presidente de la República y quien de un día para otro pasó de las filas del Dr. Mancera a la 4T.

 

A la inauguración de esta tan polémica obra en Av. chapultepec hecha por la Jefa de Gobierno, se sumó el anuncio del reinicio de proceso para renovar el proyecto del CETRAM de esa misma zona, del cual se desconocen hoy sus alcances para saber si se parecerá o no, a lo que proponía en su momento el ya mencionado Simón Levy.

 

Por el momento solo sabemos que este será el proyecto que darán por iniciada la era de las consultas con el método anunciado por la Jefa de Gobierno el pasado diciembre. La primera pregunta que se me viene a la mente, como vecina de una de las colonias que colinda directamente con la zona de este proyecto, es si esto se desarrollará a mano alzada sin la garantía de que las personas que participarán en la consulta tengan el interés legítimo sobre las afectaciones que tendrían los vecinos, así mismo no clarifica el método que deberá de utilizarse.

 

El Modelo de Consulta Pública para Grandes Proyectos Inmobiliarios se compone de 12 pasos en donde la autoridad pone el proyecto a disposición de la población en sitio web y en módulos informativos, para que el promovente publique también en un diario de amplia circulación y en redes sociales el inicio del proceso de consulta que deberá incluir fechas, horarios y descripción de reuniones y talleres con vecinos que se llevarán a cabo, sumando a esto la realización de encuestas.

 

También se considera que en caso de ser necesario el promovente realice ajustes al proyecto, método que puede repetirse ampliando con entrevistas de profundidad, módulos receptores de opinión y foros de discusión hasta dos ocasiones más para lograr llegar a un acuerdo con los vecinos.

 

Cabe destacar que en ninguna parte de este proceso queda claro cuáles son los criterios para definir la procedencia o no de los proyectos, los cambios aceptados y la transparencia de los mismos.

 

También en su momento se aclaró que en caso que no sea suficiente este proceso para la aprobación del proyecto, el mismo no se descartará sino que se iniciará nuevamente el proceso de discusión por que “se busca que siga habiendo desarrollo inmobiliario en la ciudad”.

 

Así las cosas estaremos a la expectativa de lo que nos espera y el gobierno estará a aprueba respecto a su capacidad de negociación con la comunidad.