Foto: Reuters “Los pescadores locales han expresado una fuerte oposición a liberar el agua en el océano, diciendo que los consumidores tendrán miedo de comprar mariscos capturados en el área”  

Expertos japoneses se pronunciaron por liberar el agua radioactiva de la planta nuclear de Fukushima en el mar en lugar de evaporarla, mientras la organización ecologista Greenpeace manifestó su preocupación por las grandes emisiones de radioactividad que podrían emitirse al medio ambiente.

El Ministerio japonés de Industria dijo la víspera, que la manera para liberar el agua radiactiva tratada de la planta nuclear que se encuentra almacenada en contenedores en el océano, era verterla de forma lenta por dilución en el océano Pacífico.

De acuerdo con reportes de prensa, el gobierno japonés “explora diversas formas de deshacerse de más de un millón de toneladas de agua utilizadas para enfriar los núcleos derretidos en la central eléctrica Fukushima, incluidas las aguas subterráneas cerca del sitio, ya que el complejo se está quedando sin espacio de almacenamiento”.

El accidente en esa central nuclear se produjo el 11 de marzo del 2011 después de un terremoto de 9.0 grados Richter y posterior tsunami en la costa noreste de Japón.

El agua almacenada se trata con un sistema avanzado de procesamiento de líquidos, pero no elimina el tritio, un isótopo de hidrógeno que es difícil de separar y considerado por el gobierno como relativamente inofensivo para los humanos, pero que los expertos no pueden eliminar.

El sitio The Japan Times señaló que “los pescadores locales han expresado una fuerte oposición a liberar el agua en el océano, diciendo que los consumidores tendrán miedo de comprar mariscos capturados en el área”.

El Ministerio enfatizó “la importancia de obtener la comprensión de la comunidad local antes de tomar una decisión, y de prevenir la difusión de información errónea que generaría temores indebidos”.

Por su parte, el sitio web NHK aseveró que el equipo de expertos que analizan la situación aseguró “que las opciones son realistas ya que tendrán un impacto mínimo en el medioambiente y la salud humana, ya que existen precedentes similares”.

Dijo que “expulsar el agua al mar requiere de equipamiento simple y que monitorear la propagación de materiales radiactivos sería más fácil en el mar que en el aire. Sin embargo, también esta acción tendrá consecuencias graves en la imagen de la zona así como un gran impacto social”.

Greenpeace Japón, destacó que “una gran cantidad de radiactividad se difundirá en el medio ambiente, y ni las personas ni el medio ambiente pueden ser protegidos”.

Kazue Suzuki, representante de esa organización refirió que “en las audiencias celebradas en 2018, la oposición a las emisiones oceánicas era dominante, y un subcomité estaba considerando una ‘propuesta de almacenamiento en tierra’”.

La organización ambientalista anotó que el gobierno debe escuchar las opiniones locales y decidir después; muchas personas en la Prefectura de Fukushima, entre ellos integrantes de la Federación de Cooperativas de Pesca han señalado que deben discutirse las opciones para tener el menor impacto ambiental.

 

EFVE