En México, los estados de Michoacán, Jalisco, Guanajuato, Guerrero, Nuevo León y Coahuila aún se registran casos de lepra, es una enfermedad curable y poco frecuente entre la población, de acuerdo con la Secretaria de Salud.

 

Cabe recordar, que el último domingo de enero se conmemora el Día Mundial contra la Lepra, la cual fue instalada en 1954, esta misma, ha disminuido su frecuencia en México y es debido a su baja prevalencia que se puede pensar que ya no existe, aunque con ello no se puede bajar la guardia en su diagnóstico.

 

Si bien desde 1987, la Organización Mundial de la Salud (OMS) comenzó a distribuir el medicamento para su cura, la lepra aún persiste en países de Asia, América Latina, y África.

 

La Secretaría de Salud informó que en 2018 se registraron 388 casos en el país, de los cuales, 102 fueron nuevos y el resto se mantenía en tratamiento médico. En 2019, la dependencia tenía confirmados tan sólo 20 casos.

 

Esta enfermedad, según la OMS, es un virus de infección crónica causada por Mycobacterium leprae, un bacilo acidorresistente, el cual afecta principalmente a la piel, los nerviosos periféricos, la mucosa de las vías respiratorias altas y los ojos.

 

Este padecimiento se clasifica en dos tipos polares: lepra lepromatosa y lepra tuberculoide, así como dos grupos de casos: indeterminados y dimorfos. Esta se transmite a través de la saliva por medio de la boca y la nariz, a través de contactos cercanos y frecuentes con personas que no han recibido tratamiento.

 

Los síntomas son principalmente manchas en la piel, que posteriormente, se convierten en lesiones cutáneas con una coloración más clara que la piel normal, pérdida de sensibilidad, los nervios, las extremidades y los ojos.

 

De igual manera, si no se trata, las manos pueden adormecerse y los músculos tienden a paralizarse, lo que provoca que los dedos se curven.

La Lepra se cura con un tratamiento multimedicamentoso que mata al agente patógeno y detienen la transmisión.

 

agv