Concluyó una semana con información relacionada con el riesgo de propagación del coronavirus que generó movimientos correctivos en los mercados a nivel global.

La bolsa de China terminó con un balance semanal negativo en 3.22% en el festejo de su Año Nuevo, mientras las bolsas americanas perdieron en promedio un 1.0%. La bolsa en México terminó con un ajuste semanal de 1.48% nominal y 2.1% medido en términos de dólares.

Vimos una fuerte corrección semanal entre 6 y 7.5% en los precios del petróleo, ante una probable afectación temporal a la economía de China que viene paralizando y aislando a más de diez ciudades. En contraparte, el Oro registró una alza de 1.3% y acumula en el año una plusvalía de 3.5% enfrentando una zona relevante para evaluar si retorna hacia los niveles máximos de 2012.

En cuanto a las tasas de interés, la semana se caracterizó por una demanda de bonos del tesoro, especialmente a período de dos y hasta 30 años que nuevamente ponen en foco amarillo a la “FED” que tendrá su reunión de política monetaria este miércoles 29 de enero.

Consideramos que la FED no moverá la tasa de interés, pero quizá deje en su comunicado, que vigilará cualquier riesgo hacia la economía global y la propia de Estados Unidos, en relación a una propagación del coronavirus. Su economía se mantiene fuerte con ritmos de crecimiento de 2.0%, inflación también en el orden de 2.0% anual y una creación de empleos mensuales en promedio del 176 mil plazas. Actualmente se desarrolla el juicio político a Donald Trump (donde los mercados no han generado riesgos relevantes) y el período de los reportes corporativos que en lo general, han venido por arriba de lo esperado. Es probable que el índice dólar DXY aún tenga posibilidad de una alza adicional moderada de corto plazo. En el año, acumula una ganancia de 0.6%. Por cierto, el peso mexicano se depreció en la semana 0.6%, pero aún se aprecia 0.6% en el año al concluir en $18.78.

Tendremos también para el jueves 30, la decisión de política monetaria del Banco de Inglaterra, en donde existe la posibilidad de una baja en la tasa de interés que permita impulsar la economía en momentos de transición importante y para el viernes 31 de enero, la salida formal y ordenada de Reino Unido de la Unión Europea.

A todo esto no hay que olvidar que bancos centrales como el BCE (Banco Central Europeo), el BoE (Banco de Inglaterra) y el BoJ (Banco de Japón), mantienen programas de compra de activos como parte de una inyección de liquidez al sistema. Pero también la FED mantiene compras en el mercado de “repos” del orden de 60,000 millones mensuales al menos hasta mediados de febrero, que estarán limitando fuertes correcciones en los mercados.

El índice VIX de volatilidad incrementó su nivel de aversión al riesgo en un 20%, pero quizá requiere de otro 20% (niveles superiores de 17 puntos) para incrementar realmente la volatilidad en los mercados americanos.

Así, el cierre de enero será activo con varios temas como las decisiones de política monetaria de la FED y el BoE, el desarrollo del juicio político a Donald Trump, el Brexit en la fase final de un primer capítulo pero que dará entrada a un capítulo dos sobre los “Acuerdos de Salida” de muchos temas como los tiempos de salida, el comercial, social, político y económico a lo largo de este 2020.

Febrero será importante en materia de las elecciones generales en Estados Unidos. Por el lado de los demócratas, Joe Biden va al frente de las encuestas y el mercado considera que será al final, Donald Trump quién busque la reelección por los republicanos. El riesgo geopolítico con Irán seguirá en el radar.

                                                                                                                                @1ahuerta