Las alertas se dispararon cuando China dio aviso a la Organización Mundial de la Salud sobre un tipo de neumonía cuyo origen no se podía identificar.


Han pasado 22 días y en la zona de Wuhan, en dónde se propagó el “coronavirus”, han fallecido 17 personas y se calcula que los contagios alcanzaron ya al menos medio centenar, lo que podría incrementarse en los próximos días dado que la población en esa provincia es de 11 millones.


El virus ya fue exportado a países como Corea y Japón, pero las alertas en este lado del continente se encendieron luego de que se identificó el primer contagio en Estados Unidos, mientras que en México se presume que, en Tamaulipas, un profesor del Instituto Politécnico Nacional (IPN) que había viajado recientemente a China, también contrajo la enfermedad.


En 2009, el Gobierno mexicano bajo el mando de Felipe Calderón, implementó la mayor alerta epidemiológica de la historia reciente cuando se detectaron algunas muertes por el virus H1N1.


La medida fue criticada y considerada un exceso, toda vez que ordenó la suspensión de clases y de eventos públicos, sin embargo, nunca podremos saber las consecuencias si las decisiones hubieran sido otras.
Para finales de ese año, se dio a conocer que el costo de las medidas para evitar una mayor epidemia había alcanzado 0.7% del Producto Interno Bruto (PIB).


En ese momento, el secretario de Salud era José Ángel Córdova, y Marcelo Ebrard, actual secretario de Relaciones Exteriores y encargado de asuntos migratorios, de seguridad, entre otras cosas, se encontraba al frente del Gobierno del Distrito Federal.

Desde entonces México ha cambiado, hay retos diferentes y un Gobierno federal distinto, el cual no se ha destacado por mantener o elevar la calidad del Sistema de Salud.


Por ello, es importante preguntar si nuestro sistema de salud está preparado para enfrentar la posible llegada del “coronavirus”, y si el Gobierno estará dispuesto a tomar decisiones sin minimizar la situación, darle prioridad, y sobre todo, si no se invocará la máxima de “los otros datos”, que en este caso podría cobrar vidas.


La presencia de Ebrard en las preferencias del presidente López Obrador podría ser clave para evitar un mayor riesgo a la población, pues durante su gestión en la Ciudad de México, apoyó las medidas federales, e incluso solicitó a locales comerciales, restaurantes y otros, el cierre de sus puertas a pesar de las pérdidas económicas que esto generaría.


Como secretario de Relaciones Exteriores, le tocará consultar a la OMS sobre la escala de riesgo que enfrenta México, pero también tendrá que atender observaciones y sugerencias, y lo más importante, incidir en el ánimo del Presidente para que no haya que lamentar una situación que no recibió la importancia requerida; lo repito, en estos momentos “tener otros datos” podría cobrar la vida de decenas de mexicanos.


De momento lo que sabemos es que la Secretaría de Salud ya conformó un grupo de investigación que estará alerta de la evolución de los casos de “coronavirus” en nuestro país. Tendremos un reporte cada 24 horas sobre la evolución en el mundo y en México del “coronavirus”. Para cualquier emergencia el Gobierno asegura tener en estos momentos 2 mil 187 camas de atención crítica y 3 mil 111 ventiladores. Esperemos que en medicamentos la preparación sea igual…

                                                                                                                                            @osdtagle