En política, como en la vida misma, nada está escrito.

Corría el año de 2008 y este reportero entrevistó al entonces senador de la República, José Calzada Rovirosa para el programa “Con Valor y Con Verdad” de Radio y Tele Fórmula.

Recuerdo que mi productor (Manuel Fernández Landero Luna, que por cierto continúa conmigo, y es coordinador en jefe de nuestro espacio “Libertas, Periodismo por un México Nuevo” en canal 34 de Mexiquense TV) tuvo el acierto del tiro de la cámara del legislador, de tal manera que en su espalda quedara una fotografía del entrevistado con su señora esposa, después de correr la maratón de Nueva York.

Esa compleja práctica deportiva, la comparó muy bien con la carrera política, y sedujeron sus palabras a queretanos, y a otros tantos, ya que nuestro alcance era nacional.

En su pequeño despacho de la “Torre El Caballito”, de Paseo de la Reforma -donde antes tenían sus oficinas los miembros de la Cámara alta- se destapó; es decir, manifestó su interés en ser candidato del PRI a la gubernatura, que estaría en juego un año después.

Quedó claro que él sería el “gallo” tricolor después de que el entonces gobernador Enrique Peña Nieto acudiera a su cumpleaños en Balvanera Polo & Country Club. El 5 de julio resultó vencedor en los comicios electorales con casi el 49.1 por ciento de los votos, y rindió protesta el 1 de octubre de 2009, derrotando políticamente al panista Francisco Garrido Patrón.

Es decir, el PRI -de la mano con el partido de Elba Esther Gordillo- le arrebató al PAN una de las entidades más deseadas. El golpe a los conservadores fue mortal, y fue un trampolín más para que el popular gobernador mexiquense se convirtiera en candidato a la Presidencia de la República.

Pero ya decíamos que nada está escrito, y como sabemos, la política y la vida misma es una rueda de la fortuna: Calzada fue el gobernador mejor calificado durante la última etapa de Calderón y la primera parte de Peña Nieto. Era invencible, todas la mediciones aseguraban que era honesto, conectaba con la gente y que era un gran mandatario.

Es más, escribimos en aquella época y comentamos en nuestros espacios, sobre la buena mancuerna que hacía con su señora esposa, Sandra Albarrán. Algunos nos atrevimos, en columnas, y en la televisión abierta, a decir que podría ser un candidato natural a la Presidencia de la República.

Pero vino la debacle tricolor: corrupción, frivolidad, más corrupción, la Casa Blanca de Las Lomas… y el PRI tuvo que entregar el poder de nuevo al PAN en Querétaro.

En las elecciones celebradas el 7 de junio de 2015 resultó ganador de la contienda por la gubernatura con 46.91% de los sufragios emitidos, el albiazul Francisco Domínguez Servién.

¿Cómo era posible que el mejor gobernador, el más calificado de la Conago, entregaba las llaves a un opositor?

Hoy Domínguez está en el Top 10 de los gobernadores con mayor aprobación; en algunas mediciones sólo está por debajo de sus correligionarios Mauricio Vila (Yucatán) y Diego Sinhue (Guanajuato); de los priistas Quirino Ordaz Coppel (Sinaloa) y Claudia Pavlovich (Sonora); y de la morenista Claudia Sheinbaum (Ciudad de México).

Mis colegas y analistas muy documentados, ya firman que Pancho Domínguez entregará el poder a un miembro de su partido; algunos se atreven a decir que será a Mauricio Kuri González, que aunque nació en Orizaba, Veracruz, actualmente es senador por el estado de Querétaro y coordina su grupo parlamentario.

Pero atención, ¡que no le vaya a pasar a Pancho Domínguez lo mismo que a Calzada: estar muy bien evaluado, y entregarle el poder a Santiago Nieto Castillo (el morenista, titular de la Unidad de inteligencia Financiera de la SHCP)! Ya lo saben, nada está escrito en política…

*Periodista, editor y radiodifusor

@GustavoRenteria

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