Tendremos que esperar hasta el 1 de diciembre para que dejen de asesinar a cuatro personas cada hora en México. Esta es la nueva fecha que el presidente Andrés Manuel López Obrador se fijó para que su “estrategia” de seguridad cumpla con los resultados esperados.

Se dice fácil y muy rápido, pero para que llegue esa fecha faltan por transcurrir 346 días, es decir, más de 10 meses, esto es, que mientras llega el 1 de diciembre otros 33 mil 216 mexicanos y extranjeros que nos visitan o van en tránsito, morirán en nuestro país.

Pareciera que ya nos acostumbramos y hasta se nos hace normal, que el jefe del Ejecutivo federal cambie de plazo, que él mismo se fija, para cumplir con uno de los principales retos de su administración: disminuir la incidencia delictiva, acabar con la violencia y recuperar la paz.

En un simple ejercicio de memoria y solo como repaso a este tipo de promesas, recordemos que López Obrador aseguró que desde el primer día de su Gobierno la violencia y la ocurrencia de delitos de alto impacto iban a disminuir, no lo cumplió. Posteriormente dijeron que en marzo de 2019 lograrían la paz, tampoco pudieron.

Conforme transcurría el tiempo, las fechas iban cambiando. El Presidente dijo que en junio lograrían contener la violencia, pero no pasó nada. Después de medio año dijeron que, en octubre, pero a mitad de ese mes aseguraron que se había llegado al punto máximo de violencia y que en adelante todo mejoraría. No fue cierto.

El último día de octubre Durazo fue más realista y dijo que la paz llegaría, pero hasta 2024, sin embargo, unos días después, ya en noviembre, López Obrador corrige de nuevo y aclara que será en octubre de 2020 cuando se alcanzarían las metas.

Así llegamos al miércoles 15 de enero, cuando el Presidente fija el 1 de diciembre de 2020, cuando el periodista Jorge Ramos, de la cadena Univisión, lo cuestiona sobre el incremento de homicidios dolosos durante su primer año de Gobierno. Con la facilidad que lo caracteriza para minimizar los problemas le asegura al comunicador que para esa fecha se terminarán de sentar las bases de la transformación del país, lo que permitirá, dijo, tener resultados en “esto que es el tema más difícil que hemos enfrentado”.

No obstante, dejó abierta la posibilidad de que en esa fecha tampoco se logre el objetivo. “Nos vamos a seguir encontrando y aquí (en las mañaneras) vamos a ver si tuvimos resultados o no, si se resuelve este problema que tanto preocupa a la gente y que nos preocupa también a nosotros, aquí nos vamos a estar viendo”, indicó.

El éxito de la estrategia de seguridad no solo es vital para mantener la aprobación de más de 70% que goza el presidente López Obrador, durante su segundo año de Gobierno, sino también beneficiaría al secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, quien pretende contender por la gubernatura de Sonora, y no sería bien visto ser el candidato de su partido con un rotundo fracaso en la lucha contra la delincuencia como carta de presentación.

Este mismo lunes el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) dará a conocer los datos de cómo cerró diciembre, es decir, un año completo de la presente administración, cifras que confirmarán lo que se había vaticinado, que el primer año de Gobierno de López Obrador fue el más violento de la historia contemporánea.

@osdtagle