Luego de que la caravana de migrantes centroamericanos intentara cruzar a México desde Guatemala, la Guardia Nacional contuvo con gases lacrimógenos a la altura del Río Suchiate, punto que es la frontera de ambos países.

 

A pesar de esto, unas 200 personas lograron evitar este dispositivo de seguridad y se adentraron en territorio mexicano, sin embargo, momentos más tarde gracias a un operativo carretero, fueron interceptados por la Guardia Nacional cuando caminaban por Tapachula.

 

 

El Instituto Nacional de Migración (INM) de México aseguró que se permitiría el acceso cumpliendo los requisitos de ley, es decir; “una migración segura, ordenada y regular”.

 

Pero, Carmen De Los Santos, titular del INM en Chiapas, explicó a los migrantes, en su mayoría hondureños, que “las disposiciones jurídicas no establecen una calidad migratoria de tránsito, razón por la cual no es posible obsequiar positivamente su petición”.

 

 

De inmediato no estaba clara cómo quedaría la situación migratoria de los miembros de la caravana. La Organización No Gubernamental (ONG) Pueblo Sin Fronteras aseguró que la petición escrita de los migrantes “fue negada”.

 

“La Guardia Nacional Mexicana: la verdadera patrulla fronteriza del gobierno de EU. Cazando migrantes centroamericanos que cruzan el Río Suchiate“, dijo la ONG.

 

 

Tras cruzar el río, algunos de los migrantes se enfrentaron con piedras a un contingente de la Guardia Nacional, narró un testigo de Reuters. Otros gritaban “queremos paz” y pedían no lanzar objetos contundentes.

 

“Nosotros no nos venimos a quedar aquí, solo queremos pasar al otro lado”, dijo Ingrid, una migrante hondureña de 18 años, a la orilla del río Suchiate. “Yo no me quiero regresar a mi país porque allá no hay nada, sólo hay hambre”.

 

 

 

 

“RETORNO ASISTIDO”

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha lanzado amenazas económicas a México y a los países centroamericanos si no logran frenar los flujos de migrantes, lo que ha resultado en una serie de acuerdos destinados a albergar a quienes huyen de la violencia y pobreza rumbo al norte.

 

 

México ha ofrecido trabajo a los migrantes en el sur de su territorio, pero aquellos que no lo acepten o soliciten asilo no recibirán salvoconductos hacia Estados Unidos, dijo la secretaría de Gobernación.

 

 

El domingo, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador dijo en un comunicado que había recibido a 1,087 migrantes en los estados sureños Chiapas y Tabasco y les ofrecieron varias opciones de acuerdo con su estatus migratorio.

 

 

“Sin embargo, en la mayoría de los casos y una vez revisada la condición migratoria particular, se procederá al retorno asistido a sus países de origen en caso de que la situación así lo amerite”, dijo la secretaría de Gobernación.

 

Según el gobierno guatemalteco, al menos 4 mil personas han ingresado desde Honduras en los últimos días, lo que representa una de las mayores oleadas desde que los tres gobiernos centroamericanos firmaron acuerdos migratorios con la administración de Trump.

 

En 2018, una gran caravana de migrantes intentó abrirse paso a través del puente fronterizo entre Guatemala y México pero, al no lograrlo, cruzaron a través del río Suchiate.

 

 

 

 

fahl