El pasado 4 de diciembre murió Alfredo Ríos Galeana, el mayor asaltabancos, según él, del mundo. Fue el enemigo público número 1 en los 80s mexicanos. 

Si el ex miembro del siniestro Batallón de Radio Patrullas del Estado de México viviera hoy, tal vez sus golpes serían más jugosos sin tener que saquear las sucursales bancarias. 

En los últimos días nos enteramos de dos asaltos a cuentahabientes. Uno se registró en Boca del Río, Veracruz. Al cliente de Santander le quitaron 76 mil pesos que había retirado en la sucursal Plaza Palmas. 

Enojado, el cliente, con celular en mano, grabó a la cajera que le había entregado el dinero minutos antes y le reclamó cómo era que los delincuentes sabían el monto que le entregó y hasta en cual bolsa metió los billetes. 

El banco, en un comunicado se deslindó, e hizo lo mismo con su cajera, con el argumento de que su personal “nunca tuvo acceso a equipos celulares o de comunicación en zona de cajeros”.

Hay un detenido, pero lo más seguro es que lo dejen en libertad y la cajera denunciará al cliente por haberla exhibido.

Otro caso es el de Martín Loera, quien fue un atleta de alto rendimiento, a quien le robaron, además de 50 mil pesos, la vida. 

Martín había retirado su beca deportiva en una sucursal del banco ¡Santander! Ubicada en una plaza de Ciudad Juárez. 

Él no pudo regresar a increpar a la persona que le entregó el dinero, pero seguro que la historia fue la misma: los delincuentes sabían el monto exacto de lo retirado, el lugar donde se había guardado los billetes y, sin embargo, el personal del banco aseguró que no tuvo acceso a celulares o equipos de comunicación con el que le den datos a los ladrones.

El robo a cuentahabiente no se da solo en Boca del Río o en Ciudad Juárez, sino en todo el país.

Todos los asaltantes operan de la misma forma. El cliente va al banco, retira dinero en ventanilla, el delincuente lo sigue y sabe el monto que lleva, en que bolsa o dónde lo metió. Si bien les va, a las víctimas solo les quitan el dinero.

Los bancos, y las autoridades, siempre deslindan a los cajeros de estar coludidos con los delincuentes. Y aseguran que las bandas de ladrones tienen personas en las sucursales que indican a sus cómplices quiénes son susceptibles de ser asaltados. Yo no les creo.

La Letrina. Por experiencia propia sé que estos delitos quedan en total impunidad. Ríos Galeana fue superado por estos delincuentes.

                                                                                                                                   @Fercoca