Después de casi año y medio de fuertes negociaciones, todo apunta a que Estados Unidos (EU) y China firmarán la “pipa de la paz” temporalmente. Un tiempo muy necesario para que Donald Trump busque su reelección y se dedique a resolver favorablemente el riesgo por su juicio político y se enfoque 100% en el desempeño de la economía americana que le permitiría asegurar el voto del ciudadano americano. Por su parte, China se ha visto impactada en un enfriamiento económico que la ha llevado a tasas de crecimiento de 6.0% anual cuando hace 9 años, crecía a doble dígito.

El PIB de las dos economías suma 34.1 billones de dólares y representan el 34% del valor total de la economía mundial. Al considerar las tasas de crecimiento anual de 2.1% para Estados Unidos y del 6.0% anual para China, la aportación al crecimiento económico global registra 1.24 billones de dólares que representan el 56% del PIB mundial.
Cuando revisamos en los mercados, el valor de capitalización de ambos países, representan en conjunto el 60% del valor total mundial.


Por eso, se entiende que una disputa comercial y/o política de estas dos grandes potencias, tiene alcance y afectación sobre la economía mundial y los mercados financieros.
Desde septiembre de 2019, cuando se abrió la posibilidad de este acuerdo, mercados e indicadores económicos han respondido de manera positiva y han reducido los riesgos de un bajo o nulo crecimiento a finales de 2020 o para 2021.
Pero el hecho de estar firmando la “Fase Uno” e iniciar la negociación de la “Fase Dos”, no impedirá que los mercados entren a consolidar grandes ganancias en el corto plazo atendiendo a los reportes corporativos al 4T´19.

El dólar a nivel global ha mostrado cierta estabilidad con apreciaciones modestas en 2019 y en lo que va del 2020. El yuan chino por su parte, se ha revaluado cerca de un 4.0% y se ubica en su mejor nivel desde julio de 2019 sobre 6.90 yuanes por dólar.

Estados Unidos en su afán de alcanzar un acuerdo inicial anunció que “China ya NO es manipuladora de divisa” y es probable que su ritmo de apreciación siga, teniendo hacia 6.70 yuanes, un nivel para alcanzar una mayor estabilidad.


Poco a poco iremos conociendo el documento “Fase Uno” del acuerdo y con ello, las obligaciones y compromisos adquiridos. Trump inició este proceso con el argumento de reducir el “déficit comercial” y después le sumó temas de ciberseguridad, transferencia de tecnología, propiedad intelectual, entre otras cosas.


A noviembre de 2019, el déficit comercial registrado con China alcanzó niveles de 320.8 billones de dólares, y representa una disminución de 16.1% anual. Sin embargo, los datos de diciembre pasado, ya mostró una recuperación en un mayor superávit mensual y crecimiento en exportaciones e importaciones. Ahora, la pregunta será la velocidad para reducir los aranceles actuales vs el incremento en las compras principalmente agrícolas evaluando Estados Unidos a China.