Estados Unidos expulsará a más de una docena de militares saudíes entrenados en su territorio tras el asesinato de tres personas y heridas a otras 11 a manos de un teniente de la Real Fuerza Aérea Saudita, ocurrido el 6 de diciembre en la base naval de Pensacola, Florida.

 

Los militares expulsados no están acusadas de ayudar al tirador de 21 años de edad, sino de mantener relaciones con movimientos extremistas y algunos de posesión de pornografía infantil, destacó la cadena estadunidense CNN.

 

El Pentágono anunció el 10 de diciembre que el entrenamiento militar de los saudíes se limitaría a “las aulas” hasta que se complete la revisión de seguridad. De momento, la suspensión de su entrenamiento de vuelo sigue vigente hasta que Estados Unidos active nuevas medidas de seguridad en las bases.

 

Algunos responsables de la Administración estadunidense han señalado que se espera que Estados Unidos concluya que el tiroteo en Pensacola es un acto terrorista, aunque todavía se sigue investigando.

 

Por su parte, el Gobierno de Arabia Saudita se ha mostrado dispuesto a colaborar en la investigación de este hecho.

 

El Pentágono anunció que controló los antecedentes de todos los militares saudíes entrenados en territorio estadunidense y que no encontró ninguna amenaza potencial.

 

CS