Se ha viralizado en redes sociales la historia de Alejandro García Vázquez, un invidente originario de Apizaco, Tlaxcala, que trabaja como albañil guiándose por los sentidos del oído y el tacto.

 

Un video muestra al hombre de 38 años llenando cubetas con grava para vaciarlas en una revolvedera, “es un caso extraordinario”, expresa la persona que graba el momento.

 

 

Por dicho esfuerzo Alejandro recibió una compensación económica por parte de “la patrona”, y en otro video se puede ver cómo éste agradece dicho acto.

A los 8 años el ayudante de los coladores perdió la vista del ojo derecho tras picarse con un alambre mientras jugaba con sus primos, tiempo después le diagnosticaron cataratas en el ojo izquierdo y quedó totalmente ciego.

Alejandro no se dejó caer ante las adversidades y comenzó en el oficio donde ya lleva 16 años.

 

CS