¿Y qué esperaban? ¿Que la Secretaría de la Función Pública considerara a Manuel Bartlett Díaz culpable por conflicto de interés, o de haber ocultado su riqueza?
El “informe’’ que dio ayer la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, sobre la investigación realizada al ex secretario de Gobernación y hoy flamante director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), fue una larga lista de justificaciones.
Mejor defensa no pudo tener el poblano.
Bartlett no incurrió en conflicto de interés porque las empresas y propiedades no declaradas “están a nombre de sus hijos y de su pareja sentimental’’.
Según la SFP, no tenía obligación de declarar sobre los bienes muebles e inmuebles de sus hijos “porque ya son mayores de edad’’ y como no vive en la misma casa de su pareja sentimental, ni tienen hijos en común, tampoco tenía la obligación de reportar la riqueza de ella.
Es decir, que durante la sesuda investigación no se demostró que hubiera relación de concubinato y por lo tanto Bartlett no tenía la obligación de enterar a la función pública el patrimonio de su pareja sentimental.
Sandoval también aseguró que no había conflicto de interés porque desde que Bartlett es director de la CFE no ha intervenido en los asuntos de las empresas de sus hijos y, se entiende, que tampoco en sus propiedades.
Eso sí, dijo que a partir del año próximo los funcionarios públicos tendrán que declarar los bienes de quienes integran su “entorno cercano’’, o sea, lo que hoy no es conflicto de interés el primer día de enero ya comenzará a serlo.
Nomás faltó que públicamente le pidiera disculpas a Bartlett por haberle molestado con esta investigación que le llevó a la Función Pública tres largos meses.
Y así, Bartlett, acusado de ser el autor material del mayor fraude electoral en el país, criticado hasta la saciedad por López Obrador, pasó a formar parte de la corte celestial y a blanquear sus vestiduras.
Debería pasarle la receta a Calderón y a Peña Nieto.
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Tres asociaciones políticas han cumplido ya los requisitos para reclamar su registro como partido político: las Redes Sociales Progresistas, Grupo Social Promotor de México y Encuentro Solidario.
Este último es el Partido Encuentro Social, nomás que con otra razón social, pero con el mismo programa y hasta los mismos dirigentes.
Como recuerda, el PES perdió su registro, junto con Nueva Alianza, en la pasada elección federal.
Ya cumplió y solo falta que el INE certifique que no hay anomalías para que vuelva a tener participación en la ubre presupu…, perdón, en la lucha por la democracia en el país.
Igualmente los maestros tendrán un nuevo partido político.
Al igual que Nueva Alianza, las RSP fueron impulsadas por la profesora Elba Esther Gordillo, quien va por su revancha política.
Nueva Alianza sigue manteniendo su registro como partido local en 20 estados y lucha también por recuperar su registro nacional con otra denominación.
Sería interesante ver qué sucedería si Nueva Alianza, el partido que fundó Gordillo y luego le jugó las contras, logra su registro.
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Buenas noticias para el país.
La Cámara de Representantes del Congreso estadounidense aprobó por 385 votos a favor y 41 en contra la Ley de Implementación del T-MEC.
Ahora deberá pasar al Senado para su ratificación, en enero, si es que no se empata con el juicio político contra Donald Trump.
Como sea, a estirones y empujones, el T-MEC camina.