El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que su gobierno no será aliado de la delincuencia organizada, como fue en administraciones pasadas, (y como se ha puesto en evidencia en días recientes).

López Obrador argumentó que el problema de la inseguridad y la violencia le fue heredado y que al revelarse la participación de altos funcionarios se puede anticipar lo profundo de la situación.

“Dejaron crecer mucho el problema, ahora nos estamos dando cuenta, hay ya noticias de cómo estaba el asunto, de cómo los encargados de garantizar la seguridad estaban trabajando para la delincuencia. Eso fue lo que empeoró la situación de inseguridad en nuestro país”, aseveró.

En ese sentido, dijo que su gobierno trabajará incansablemente por lograr la pacificación de México y alertó que no se tolerará la colusión de las autoridades con miembros del crimen.

Pidió a los mexicanos tener confianza en que garantizarán la paz en el país sin generar más violencia y sin “contubernio de la autoridad con la delincuencia”.

Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón, fue arrestado el 10 de diciembre en la localidad de Grapevine, Dallas, Texas, acusado de tres cargos de conspiración de tráfico de cocaína y un cargo por declaraciones falsas.

La Fiscalía General de la República (FGR) integra, además, una carpeta de investigación contra el ex funcionario, la cual permitirá iniciar el trámite de solicitud de extradición.

López Obrador pidió en su conferencia matutina de ayer hacer una revisión en todo su gobierno para identificar a quienes trabajaron con García Luna y, de comprobarse que también actuaron en actos de corrupción, sean despedidos.

 

EFVE