corridas de toros

En una tarde con mucha expectativa en la capital del país los ojos estaban puestos esta tarde en el coso de Insurgentes que festejaba la tradicional corrida Guadalupana, y es por eso que el cartel estaba muy bien rematado con el tlaxcalteca Sergio Flores, el peruano Andrés Roca Rey y el hidrocálido Luis David Adame con toros de la ganadería de Begoña que regresaba a la plaza México tras 23 años de ausencia. Pero los matadores quedaron a deber ante los astados de Begoña.

El cuarto toro resultó ser el más rescatable de un festejo Guadalupano casi infumable, entre el teléfono descompuesto del juez Jorge Ramos y la gente del callejón, por lo que con una tarde a cuestas Sergio Flores trató con un toro suelto y de presencia justa bregándolo de buena manera con el capote y sacando agua de las piedras con la muleta, haciendo rugir por momentos a la Plaza en una faena de altibajos pasándose un par de ocasiones al toro por la espalda y echándose al publico a la bolsa, pero desgraciadamente con la espada no estuvo atinado y pinchó al primer viaje situación que generó la protesta del público al otorgarle una oreja tras tirarse a matar de buena manera en su segundo viaje, misma oreja que fue silbada por gran parte del público por lo que Sergio no tardó en aventar el trofeo a las barreras para así acallar los silbidos en su vuelta al ruedo.

El peruano tuvo momentos que parecían dar luz al final del túnel con verónicas bien ejecutadas y que secundó con chicuelinas ajustadas para beneplácito de la afición. Tristemente el toro vino a menos y al momento de bajarle la mano con la muleta el toro evidenció su falta de bravura.

LEG