Investigadores de la Universidad Pedagógica y Psicológica Estatal de Moscú (MGPPU) llevaron a cabo un estudio de los mecanismos de almacenamiento del significado de los verbos en la memoria. Sus resultados influirán en la terapia de patologías relacionadas con los trastornos del habla. El estudio viene publicado en la revista Human Brain Mapping.

 

Se estima que el ser humano almacena en su memoria un promedio de varias decenas de miles de palabras pero que, pese a ello, en su día a día necesita tan solo unos cientos de milisegundos para dar con la palabra buscada en su vocabulario mental.

 

Durante mucho tiempo se creyó que el sistema del habla estaba aislado de las demás funciones psíquicas. Sin embargo, según sostienen los especialistas, últimamente está ganando popularidad el principio de la llamada cognición corporizada.

 

De acuerdo con él, en el procesamiento del significado de las palabras intervienen las mismas zonas del cerebro que son responsables de las acciones correspondientes: el significado del verbo correr se almacena en la misma área que controla el movimiento de las piernas; el significado de la voz amarillo, en la zona que permite ver el color.

 

Para comprobar esta hipótesis, los científicos de la MGPPU realizaron una magnetoencefalografía (MEG) para medir los campos magnéticos débiles generados por la actividad eléctrica del cerebro.

 

La MEG es capaz de medir la actividad de una determinada área de la corteza de los grandes hemisferios con una precisión de milisegundos, lo que permite saber si la excitación corresponde a extraer el significado de la memoria o tan solo a imaginar la acción nombrada.

 

“Pedimos a los participantes del estudio que encontraran verbos para sustantivos. En la mitad de los casos fue fácil, como por ejemplo en el caso de la correlación sol – brillar, y en la otra mitad, más difícil.

 

¿Qué es lo que hace, por ejemplo, un alféizar? Se detectó la activación de la corteza motora en el lapso del tiempo correspondiente a la extracción del significado del verbo de la memoria. Cuando resultaba difícil encontrar un verbo, la activación motor era más intensa, lo que prueba nuestra hipótesis”, explica Anna Pávlova, investigadora de laboratorio del centro de MEG de la MGPPU.

 

Según los autores del estudio, saber cómo un cerebro sano supera este tipo de dificultades es la clave para comprender y tratar una serie de estados patológicos tales como, por ejemplo, la afasia de Broca.

 

Uno de los síntomas principales de la afasia de Broca es la dificultad para extraer palabras de la memoria. Existe una terapia eficaz para esta enfermedad que, no obstante, no da resultados para todos los pacientes. Los investigadores de la MGPPU tienen previsto estudiar si los resultados del registro MEG durante la generación de verbos permiten predecir la eficacia de esa terapia.

gac