Ángel Álvaro Peña

Convocar a los legisladores locales para que hagan de un acto democrático un teatro habla de una falta de sentido común y del gran menosprecio a la población.

Esto fue lo que sucedió en la comparecencia de los secretarios del gobernador de Veracruz, quienes tuvieron a gran parte de los diputados locales aplaudiendo como focas de circo por todo lo que decían los subordinados de Cuitláhuac García Jiménez.

Los funcionarios del actual gobierno de Veracruz son, por decir lo menos, ridículos, empezando por el secretario de Salud, quien antes de presentarse ante los legisladores se hizo una limpia, para no ser cuestionado severamente. Pero de nada le sirvió.

Nada más hizo acto de presencia en el Congreso local, Roberto Ramos Alor, fue abucheado por diputados y diputadas del PRI, PAN, Movimiento Ciudadano y hasta de Morena, de la LXV Legislatura. Todos ellos exigieron su renuncia.

Judith Pineda Andrade, del PAN, señaló: “Es lamentable que en la situación del dengue no se reconozca que, gracias a la negligencia, hoy Veracruz lamente la muerte de 23 personas y esas familias están pidiendo su renuncia, hágalo”.

La diputada Elizabeth Cervantes Saavedra, de Morena, es decir, del mismo partido que el secretario cuestionado, le hizo consciente que en el hospital de Álamo no hay ni paracetamol.

En cuanto al secretario de Finanzas y Planeación, José Luis Lima Franco, respecto al destino del Fideicomiso del Impuesto del 2% al Hospedaje, el diputado local, Bingen Rementería Molina señaló que la “licuadora” ha regresado a Veracruz, porque responsabilizó al funcionario de depositar a los empresarios sólo una parte de lo que debieron recibir para realizar su trabajo.

Acusó que, a decir de los propios empresarios veracruzanos dedicados al sector turístico, esta dependencia sólo les ha depositado 5 millones de pesos, de los 60mdp que debieron haber ejercido, a ya casi un año de esta administración.

 

“Ustedes tienen la obligación de transferirle el dinero al Fideicomiso, sí o sí. No lo deben tener en una cuenta concentradora. Ese dinero se tiene que ir al Fideicomiso y en el Fideicomiso están establecidas las reglas de operación. Y cuando haya un plan establecido de gasto, el Fideicomiso decide palomear y darle para delante”, subrayó el diputado.

José Luis Lima Franco, reconoció también que es imposible quitar las casetas de peaje de La Antigua y Fortín, pese a que haya sido una promesa de campaña de Cuitláhuac García Jiménez; demostrando que las promesas de campaña quedaron en el olvido y que le apuestan a la desmemoria de la gente.

Quien sin duda merece mención aparte es el encargado de los medios de comunicación, que en una breve comparecencia de menos de una hora explicó toda su labor, que en realidad pudo haberla expresado en dos minutos.

Ante sólo siete diputados, el imberbe Iván Luna dijo lo que quiso acerca de una labor que no se nota.

La imagen positiva que se construyó alrededor de Cuitláhuac García durante la campaña se vino abajo, y en menos de un año su figura se ha convertido en la de un ser opaco, mediocre, sin talento político y sin capacidad para gobernar.

Los medios estatales culparon a Iván Joseph Luna Landa de atacar a los anteriores funcionarios y evitar, de esta manera, tener que informar sobre las obras y acciones de García Jiménez, tal vez porque no había ni obras ni acciones.

Como buenos aprendices dejaron la imagen del gobernador a las redes sociales, donde, a pesar de haber gastado más de medio millón de pesos en publicidad de Facebook, le tundieron duro al gobernador; sin embargo, como ese tipo de información puede manipularse, los amigos del gobernador arrojan saldo positivo en este rubro de la información en el que los veracruzanos dejaron de creer desde hace mucho tiempo.

Pero los serviles, que nunca faltan, trataron inútilmente de hacerle el caldo gordo al despistado Iván Joseph Luna, preguntaron amablemente cuánto costó la intensa campaña de la difusión del primer informe gobierno y algunos otros denunciaron la queja de varios medios sobre la cantidad de requisitos solicitados en el proceso de empadronamiento de la coordinación de Comunicación Social para ser parte del padrón estatal de medios, y por qué se decidió elaborar un nuevo padrón de medios estatales para realizar convenios de publicidad, cuando ya existía uno en el Estado.

 

Luna dijo que su presupuesto asciende a 74 millones de pesos, que es el que se distribuye para la nómina. Eso sin tomar en cuenta las deudas que tiene con las personas que contrató para la difusión de sus proyectos en la Representación del Gobierno del estado de Veracruz en la Ciudad de México y a quienes nunca les pagó un solo peso.

Luna Landa reconoció que deben pagar deudas anteriores, pero se han pagado importes mínimos.

Indicó que, como parte de la creación de la Ley de Medios, se registraron 195 empresas de comunicación empadronados, destacan 33 impresos, 41 electrónicos, 112 digitales, 8 complementarios y uno público; 26 estatales y 7 nacionales, 40 constancias a medios electrónicos; 37 son locales y 4 nacionales.

Pero para lo que realmente sirve ese padrón de medios es para seleccionar a los que son serviles y los que son críticos, de ahí que hubo medios que no se registraron, haciendo evidente su inconformidad con la difusión noticiosa del gobierno estatal.

Pero la peor parte de la oficina de Comunicación Social fantasma de Iván Luna fue cuando se denunció que la actual administración estatal, contrató servicios con una empresa vinculada al exfuncionario duartista Harry Grappa Guzmán.

Fue el diputado panista Rodrigo García Escalante, quien lo cuestionó respecto al contrato que mantiene con proveedores ligados al PRI, específicamente con una empresa ligada a Grappa Guzmán.

Iván lo negó, y, en ese momento el legislador presentó un contrato de la empresa Centro de Reservaciones SA de CV, a quien se le pagó una factura por 2 millones 65 mil pesos. La empresa tiene como socio a Harry Grappa.

Probablemente el funcionario más vulnerable de Cuitláhuac García sea el propio hombre encargado de su imagen, Iván Luna, quien en su miseria intelectual e ignorancia parece no saber dónde está parado. PEGA Y CORRE. – Poco más que deshonesta y prepotente la actuación de los uniformados que despojaron de su mercancía a indígenas artesanos en el Centro histórico de la Ciudad de México, se trata de policías de la alcaldía Cuauhtémoc, que encabeza Néstor Núñez, protegido de Ricardo Monreal, a quien el propio Néstor le cuida las espaldas ante el desajuste que dejó el exgobernador de Zacatecas en esa alcaldía… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.

 

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