Tal parece que la actividad del hombre seguirá arrasando con la flora y la fauna del mundo.

El tigre de Malasia corre el riesgo de extinguirse en los próximos dos o tres años, alertó Mark Rayan Darmaraj del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).

El ecólogo precisó que estos felinos habitan en la península de Malasia, y las estimaciones indican que menos de 200 tigres quedan en estado salvaje, debido a que su principal amenaza es la caza furtiva, pues sus órganos son utilizados en la medicina tradicional china.

Esta actividad ilegal ha crecido en los últimos años debido a la afluencia de cazadores furtivos indochinos. A nivel local, WWF-Malasia trabaja en estrecha colaboración con las comunidades locales para establecer patrullajes que incluyen pueblos indígenas.
Los ejemplares de la especie panthera tigris jacksoni se pueden salvar con acciones dirigidas a combatir la caza furtiva y el comercio ilegal.

En tanto, la madera de palisandro (palo de rosa) africana está al borde de la extinción en muchas regiones de África Occidental a consecuencia del comercio de madera tropical, y Ghana es uno de los centros de la tala masiva, a pesar de la prohibición estricta para cortar árboles de la especie.

La Agencia de Investigación Ambiental (EIA, por sus siglas en inglés) ha investigado cómo la corrupción y la colusión fraudulenta alimentan el comercio ilegal de madera de palo de rosa en Ghana, según la organización de la sociedad civil “Salvemos la Selva”, que inició una campaña de recolección de firmas para frenar el delito forestal.

Afirma que la magnitud de la crisis es enorme, ya que más de 540 mil toneladas de madera -equivalentes a seis millones de árboles-, han sido taladas ilegalmente en Ghana desde 2012 y exportadas a China, donde se transforma en muebles de lujo semiantiguos”.

La Agencia de Investigación Ambiental señala que los comerciantes incumplen una prohibición nacional que impide talar árboles de palo de rosa para su venta.

LEG