Francia colapsó ayer con más de 500 mil personas protestando en 70 ciudades contra la reforma de pensiones que propone el presidente Emmanuel Macron.

Durante la movilización, las fuerzas del orden lanzaron gases lacrimógenos, se registraron enfrentamientos y se escucharon detonaciones. En París, unas 87 personas habrían sido arrestadas.

Al menos 33 mil personas participaron en la marcha en Toulouse, unas 25 mil en Marsella, 20 mil en Lyon, Montpellier y Burdeos, y en general en todo el país serían unos 510 mil manifestantes.

En la movilización participaron jubilados, estudiantes, docentes, y trabajadores de la salud.

Un grupo de 500 personas del llamado Black bloc o Bloque negro se unió a la manifestación en París, provocando disturbios y enfrentamientos con los uniformados.

Los manifestantes prendieron fuego a materiales de construcción, mobiliario urbano y contenedores en una estación del metro parisino, y vandalizaron el monumento a la República en París.

 

Antecedentes

El presidente Macron quiere simplificar el complejo sistema de pensiones de Francia, que comprende más de 40 planes diferentes, muchos de ellos con diferentes edades de jubilación y prestaciones. Propone un sistema único basado en puntos: por cada euro aportado, todos los pensionistas tendrían los mismos derechos.

Los intentos anteriores de reforma del sistema de pensiones han terminado mal. El Gobierno conservador del ex presidente Jacques Chirac cedió en 1995 a las demandas sindicales tras semanas de protestas que paralizaron la nación.

Veinticuatro años más tarde, el enfrentamiento no está exento de riesgos para los sindicatos de izquierda de Francia, que han visto disminuir el número de afiliados y apoyo público.

Para Macron, el enfrentamiento marcará la pauta para la segunda mitad de su mandato, con reformas más difíciles por venir, incluidas las relativas a las prestaciones por desempleo.

La movilización ocupó las calles de las principales ciudades y dejó la economía a medio gas.

LEG