El Instituto de Investigación Riken y el fabricante de electrónicos Fujitsu informarón que las primeras unidades que serán parte de supercomputadora de próxima generación de Japón, Fugaku, ya fueron terminadas de construir, lo que marca el inicio de su ensamblaje.

 

La nueva supercomputadora japonesa Fugaku será armada en el Instituto Riken, en Kobe, oeste del país, mientras que entrará en operación alrededor del 2021 y sustituirá a la actual supercomputadora K, anunció el instituto apoyado por el gobierno, destacó la cadena NHK.

 

Riken y Fujitsu desarrollan en conjunto el nuevo modelo y ya han comenzado los envíos de las primeras seis de más de 400 unidades que formarán la supercomputadora japonesa de nueva generación Fugaku, que tendrá un costo de casi mil millones de dólares.

 

Fugaku, o monte Fuji, es la sucesora del modelo K, que fuera en el 2011 la supercomputadora más rápida del mundo y que terminó sus operaciones en agosto del año pasado.

 

Riken dijo que Fugaku contará con una unidad de procesamiento central que puede procesar datos entre 40 y 120 veces más rápido que su predecesora K, que fue la primera supercomputadora en alcanzar una velocidad de 10 mil billones de cálculos por segundo.

 

El fabricante también dijo que Fugaku será utilizada por parte de las universidades y distintas compañías para conducir a una infinidad de soluciones de problemas de naturaleza social, así como ayudar a hacer avanzar el desarrollo farmacéutico y a fortalecer la prevención de desastres.

 

Los programas de computación usados en áreas como mitigación de desastres, medicinas, manufactura y seis áreas más serán usados para ayudar a optimizar el desempeño de Fugaku, indicó el instituto.

 

Los envíos continuarán unos seis meses y se espera que Fugaku empiece a funcionar en 2021.

 

PAL