Foto: Reuters La renuncia de Mahdi, atiende solo una de las demandas de los manifestantes y mantienen su exigencia de una reforma del sistema político  

El Parlamento de Iraq aceptó hoy la renuncia del primer ministro Adel Abdul Mahdi, lo que podría acrecentar la incertidumbre política entre sus fuerzas políticas y en medio de las protestas que han dejado más de 400 muertos.

 

De acuerdo a la constitución de la nación asiática en su artículo 76, el presidente Barham Ahmed Salih debe consultar con el mayor bloque político en el Parlamento para formar un nuevo gobierno.

 

El viernes, Abdul presentó su renuncia luego de una jornada donde más de 50 manifestantes fueran asesinados por las fuerzas de seguridad en las principales ciudades del sur, Nasiriya y Najaf.

 

La dimisión también ocurrió después de que el líder chiíta, Ali al-Sistani, pidiera un nuevo gobierno por el uso de la fuerza letal contra manifestantes durante las movilizaciones contra el desempleo, corrupción y ausencia de servicios básicos.

 

La cadena al Jazeera afirmó que ahora Abdul asumirá el cargo provisional durante 30 días o hasta que el bloque más grande en el parlamento designe un nuevo candidato para reemplazarlo.

 

Algunos expertos consideran que hoy podrían empezar las discusiones sobre quién será su reemplazo aunque se esperan intensas entre los bloques políticos Fatah y Sairoon.

 

Adel Abdul Mahdi fue designado como nuevo primer ministro luego de que las elecciones en mayo de 2018 terminaran sin un bloque que ganara la mayoría de los escaños para elegir un nuevo primer ministro por sí solo.

 

Desde el inicio de las protestas este año, el parlamento se ha polarizado entre quienes respaldan a los manifestantes, principalmente del partido Sairoon, y los que apoyan las decisiones del gobierno, los políticos del Fatah.

 

La renuncia de Mahdi, atiende solo una de las demandas de los manifestantes, que ya aseguraron que es insuficiente, y mantienen su exigencia de una reforma del sistema político y un cambio completo de gobierno.

 

Según datos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, hasta el viernes el balance de víctimas era de al menos 354 fallecidos y ocho mil 104 lesionados, aunque advirtió que la cifra podría ser mayor.

 

RYHP