Ayer, 28 de noviembre, se cumplieron 25 años de que El Mañanero se transmitió por primera vez.

Brozo, el personaje creado por Víctor Trujillo comenzó a hablar de política. Muchos se escandalizaron, pues un payaso se atrevía a decir cosas que incomodaban al poder. Estaba por comenzar el gobierno de Ernesto Zedillo y se viviría una tragedia económica que conocimos como el Error de Diciembre.

Los hombres del poder desde 1994 hasta hoy, tuvieron que relacionarse con el TeneBrozo. Era una voz cercana al barrio, a la perrada (hoy esa palabra provoca urticaria a las almas pías, a los hipócritas), al pueblo, pues.

Durante los sexenios de Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto, Brozo y su álter ego no les dieron a los Presidentes tregua. Hoy es igual.

Los temas más delicados de los últimos 25 años tuvieron espacio en El Mañanero: el Fobaproa; la corrupción en los tiempos del PAN y el PRI; la guerra contra la delincuencia; los fraudes electorales, financieros, políticos y sociales, la Ley Televisa; los asesinatos políticos; la crisis de derechos humanos y siempre a favor de las políticas públicas de género que le dieran más y mejores condiciones a las mujeres y las niñas, también se habló de los casos de pederastia de la Iglesia católica y más, muchos más se trataron en El Mañanero.

Para hablar de todos esos temas sin cortapisas, Víctor Trujillo, tuvo, y tiene, una característica: jamás fue aliado del poder. Y si le dio espacios a los dos hombres más importantes de la oposición: Andrés Manuel López Obrador y Cuauhtémoc Cárdenas

La inteligencia de Víctor, su lealtad a los valores, la entrega a su familia, el compromiso con su país y, principalmente su honestidad, fueron barreras que ningún político de los últimos 25 años pudo derribar. Y miren que hubo intentos.

Nadie que colaborara con Víctor en El Mañanero, tenía impedimento de exponer sus ideas, jamás hubo intento por acallar a nadie.

Hoy, Víctor y Brozo se van a unas vacaciones que espero que no sean prolongadas. Es lamentable que esa voz crítica deje de escucharse, así sea por un momento. Pero lamento más que las “nuevas voces”, sean las que se lanzan como hordas en contra de alguien que contribuyó a ganar espacios para la libertad de expresión, de la que hoy gozan.

Amigo, maestro, hermano Víctor, querido Brozo, ya te espero en una nueva frecuencia o canal. La neta, ya haces falta, carnalito. ¡Órale!

La Letrina. Por cierto, Víctor-Brozo, nunca lloriqueó cuando quienes lo querían silenciar, lo atacaban. Nunca hubo un #HombresdelPoderYaSuéltenme.