Lo que debía ser una marcha pacífica con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, se convirtió en escaramuzas que dejaron daños a monumentos históricos, las cuales fueron acompañadas por actos de vandalismo y provocación de féminas encapuchadas.

 

Además de las consignas de colectivos de mujeres, prevaleció la pinta de monumentos históricos sobre Paseo de la Reforma, lanzamiento de bombas de humo, destrozos en parabuses y pintas al camellón.

 

Parecía que se trataba de dos marchas. Al frente, con pancartas pidiendo justicia para sus hijas o sus familiares, muchas madres de familia que portaban retratos de sus hijas desaparecidas que lanzaban consignas, y al final del contingente de unas dos mil 500 asistentes, las encapuchadas cometiendo actos vandálicos.

 

Los monumentos históricos más afectados fueron el de Colón, el de Cuauhtémoc y el Hemiciclo a Juárez; además de numerosas pintas al camellón de Paseo de la Reforma y la Avenida Juárez.

 

Las mujeres policías realizaron acciones de contención en diversas ocasiones, pero no siempre lograron impedir las pintas o la quema de banderas en torno a esos monumentos.

 

La explanada del Palacio de Bellas Artes fue donde se observaron mayores acciones de seguridad de la Policía. Al su paso, algunas mujeres del contingente lograron derribar algunas láminas colocadas como vallas para impedir su paso al recinto y que realizaran actos vandalicos.

 

Al llegar a ese punto, los cinturones de la paz, integrados por funcionarias del Gobierno de la Ciudad de México y de las alcaldías dejaron de acompañar la manifestación.

 

Otro de los puntos más conflictivos de la marcha fue el cruce de 5 de Mayo y Filomeno Mata, donde el contingente golpeaba con tubos las láminas que se colocaron para proteger los inmuebles históricos de la Avenida 5 de Mayo.

 

Las láminas fueron derribadas por completo, mientras lanzaban bombas de gas que afectaban a los asistentes.

 

Según reportes de seguridad, sobre Paseo de la Reforma las embozadas dejaron más de cinco parabuses destruidos, entre ellos los de las estaciones Hamburgo y Reforma, y más de 20 estructuras de espacios publicitarios.

 

Algunas manifestantes también lanzaron aerosol a los hombres que se encontraban a su paso. Incluso algunos reporteros gráficos eran amenazados para que se retiraran.

 

En punto de las 19:00 horas, el contingente llegó al Zócalo de la Ciudad de México, a su paso se encontraba una valla de elementos de seguridad en torno al Palacio de Gobierno.

 

Lesli Solís, del Colectivo Feministas con Voz de Maíz, fue una de las oradoras al término de la marcha, en su discurso afirmó que las mujeres seguirán en las calles denunciando casos de violencia y defendiendo sus derechos.

 

Ante un contingente que había empezado a dispersarse, las siguientes oradoras afirmaban que el gobierno de la Cuarta Transformación no ha disminuido la violencia contra las mujeres.

 

Al final, los actos vandálicos y las agresiones quitaron atención a las consignas que dieron origen la marcha.

 

DAMG