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“La libertad es la capacidad de elegir nuestras propias cadenas”: Emilzan

Como reportero he tenido la fortuna de cubrir las actividades de dos Presidentes, Carlos Salinas y de Ernesto Zedillo. Como observador desde la barrera, he visto pasar los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña. He sido testigo desde hace 30 años de las formas que han utilizado los distintos gobiernos para ejercer control y presión a los medios de comunicación y periodistas.

 

Han sido comunes las historias de cómo desde las oficinas de comunicación social, voceros han tirado línea, sugerencias, correcciones, y hasta han pedido la “cabeza” de ejecutivos y periodistas. Cuento esto, porque en el contexto de la 60 semana nacional de la radio y la televisión, tuve la oportunidad de conversar con algunos de los empresarios de la industria quienes confesaron sobre un tópico que me sorprendió.

 

Cuentan que, desde el inicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, nadie de su oficina de comunicación social, ni Jesús Ramírez, ni Jesús Cantú, ni mucho menos el Presidente, han llamado a dueños o directores de noticias para dar línea, sugerir criterios editoriales o pedir cabezas de comunicadores. Pregunté entonces: ¿Eso es bueno o malo? La respuesta fue:” Es muy bueno”. Por ello, parecen sin sentido las críticas hacia el Presidente López Obrador sobre lo que califican su “talante autoritario” y su desprecio a los medios.

 

La costumbre de estar esperando línea ha confundido a algunos periodistas y medios de comunicación quienes están desperdiciando la oportunidad que ofrece este nuevo paradigma. Más reportajes, más opiniones, análisis de mayor calado.

 

El Presidente ha llamado a los periodistas, sus adversarios. La Real Academia Española define al adversario como contrario o enemigo. En un sentido asiste la razón al Ejecutivo. Los periodistas son contrarios, porque no somos gobierno, pero tampoco somos enemigos porque en un sentido mayor, al ejercer la profesión, así como la crítica consecutiva y constructiva, apuntamos hacia los saldos negativos, apuntamos hacia lo que falta, apuntamos hacia los vacíos, apuntamos hacia las injusticias, y eso, no nos convierte en enemigos, sino en el mejor sentido, en brújulas que apuntan hacia la dirección que consideramos correcta, lo que no significa que seamos vulnerables o que tengamos fallas como cualquier ser humano incluidos los gobernantes.

 

No recuerdo en los últimos 30 años, un ejercicio de comunicación desde la Presidencia como hoy en día. Las conferencias mañaneras son inéditas. Imposible que Salinas, Zedillo, Fox, Calderón o Peña hubieran soportado lo que hemos visto en tales ejercicios, desde preguntas a modo hasta confrontaciones abiertas. Salinas mandaba a Otto Granados a aplacar a los alebrestados. Zedillo daba la vuelta cada que nos acercábamos. Fox puso a un vocero para contradecir sus propios dichos. Calderón y Peña recurrieron a la política de la zanahoria.

 

Es pronto para medir la eficacia de la política de comunicación social del Presidente López Obrador, pero de que marca agenda, lo hace. Ahora falta lo más importante, que los dichos coincidan con los hechos, ya que no hay discurso que resista la dureza y la franqueza de la realidad. En tanto, el compromiso social del periodista es no quedarse callado. No al silencio.

 

De la libreta

1. Esta semana se llevó a cabo en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, el XXI Congreso Nacional de Derecho Agrario en México, con temas relativos a los nuevos escenarios del sector rural. Cada año el Dr. Rubén Gallardo, Magistrado Agrario organiza el Congreso en colaboración de las autoridades de la Facultad encabezada por su director, Manuel Martínez Justo.

 

2. La Asociación de Egresados de los Posgrados en Comunicación IBERO (ASEPEC) encabezada por el Mtro. Roberto Arriola rindió su informe de labores 2017-2019. Durante el evento fueron entregados reconocimientos a colegas como Leonardo Curzio, Mario Campos, así como al profesor investigador Abraham Nosnik, y al responsable de Asuntos Corporativos Latinoamérica de Kellogg’s, Roberto Vázquez Cano.

 

3. Fue presentada en el Museo Tamayo, la serie documental “Guerra Híbrida” del productor y director Daniel Marmolejo. La serie muestra como en la lucha por el poder en la era post moderna, se combinan el uso de la fuerza militar con otras variables como son los ciberataques, la manipulación de la información a través de internet y de redes sociales, o vectores de presión económica. A verla.