Foto: @jeweluisa Uno de los casos más sonados fue el del pasado 10 de mayo, ya que una elefanta de nombre “Pancha” también murió en el lugar por una presunta torsión intestinal  

Una jirafa que tenía apenas siete meses en el zoológico La Pastora murió la víspera, aparentemente debido a que resintió las bajas temperaturas de hasta cuatro grados que registró la zona metropolitana de Monterrey.

 

De acuerdo con fuentes extraoficiales, el ejemplar de nombre “Wookie” y de tres años de edad habría presentado problemas de salud de los que no pudo recuperarse, sin que hasta el momento se hayan confirmado las condiciones en las que ocurrió su muerte.

 

La diputada del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y ex presidenta de la Comisión de Medio Ambiente en el Congreso local, Ivonne Bustos, lamentó la noticia en sus redes sociales, tres meses después de la renuncia del director del parque, Roberto Chavarría.

 

El funcionario estatal fue acusado por Bustos y Claudia Tapia de ocultar anomalías en el lugar, que presuntamente pondrían en riesgo la integridad de los ejemplares.

 

“La jirafa es una especie catalogada a nivel mundial en peligro de extinción, una compra cuestionada, investigada por Profepa, que según lo comentado por el gobernador Jaime Rodríguez en el Informe de Gobierno, esa autoridad ambiental exoneró al ex titular de Parques y Vida Silvestre, el biólogo Chavarría, que acreditó una serie de irregularidades en ese organismo público.

 

“Ante la evidente incompetencia del gobierno del estado para manejar adecuadamente el Zoológico La Pastora, exigimos su cierre total y enviar las especies existentes a santuarios ubicados en diversas ciudades de México y Estados Unidos,en donde se les garantice una vida digna”, aseveró la legisladora.

 

Uno de los casos más sonados fue el del pasado 10 de mayo, ya que una elefanta de nombre “Pancha” también murió en el lugar por una presunta torsión intestinal, luego de vivir en cautiverio por cerca de 30 años.

 

Posteriormente se le cuestionó a Chavarría el paradero de los colmillos del paquidermo, ante la sospecha de que podrían ser vendidos o robados, pues se les cercenaron a la elefanta.

 

De acuerdo con archivos periodísticos, casi al mismo tiempo murieron una cebra y dos flamencos, además fueron asegurados dos ejemplares más de la misma especie de ave, pues no se pudo comprobar su compra legal.

 

RYHP