Un futbolista incluso más singular e irrepetible que los más talentosos de sus compañeros de generación. Porque jugadores que sean virtuosos, desequilibrantes, habilidosos, siempre existirán; no así, alguno con tan frenética como exitosa actividad empresarial, muy lejos de su hábitat en la cancha.

Gerard Piqué es lo mismo uno de los defensas más laureados de la historia, que un ejecutivo sin límites. Capaz de conseguir por sí mismo el patrocinio de uniforme del club Barcelona, que de aprovechar un par de días sin entrenamiento para aliarse con la Copa Davis de tenis por 25 años y 3 mil millones de dólares, que de emerger como una voz indispensable en el debate catalanista (se puede coincidir con él o repudiarlo, pero su opinión es relevante en la arena política), que de producir el documental con el que Antoine Griezmann anunciaba que se quedaba en el Atlético, que de ser visto cenando con el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg…, de alguna forma tiene tiempo para todo el también padre de familia y esposo de una celebridad como Shakira.

Lo último ha sido su mediación, como presidente de Kosmos Holding, para que la remodelada Supercopa española se dispute en Arabia Saudita.

Antaño los futbolistas estaban para jugar y saludar ahí donde se les indicara. Con Piqué se abre una etapa diferente en la que un muchacho con poco más de treinta años puede dar lecciones de relaciones internacionales y negociación a quien encabeza al millonario club en el que juega.

En alguna entrevista que años atrás realicé con él, pude notar rasgos poco convencionales para el planeta futbol. Cuando más aislados parecen sus colegas del mundo real, Gerard vive alerta y ávido de entenderlo todo para formular una opinión propia. En ese momento lanzaba un videojuego al que no sólo daba nombre, sino en cuya configuración se había involucrado por completo. Lo mismo se aventuraba en temas de todo rubro, con amplia elocuencia y vocabulario. Tan es así que parece un desperdicio sentarse con Piqué para limitarse a hablar de futbol.

Así como sus largas piernas suelen hacerse con el balón sobre el césped, sus no menos abarcadores tentáculos van tomando áreas jamás imaginadas para quien está ocupado en jugar futbol de máxima élite dos veces por semana.

Por todo ello, tiene incluso más sentido verlo como futuro presidente del Barça que observar a Xavi como eventual director técnico. ¿O a alguien se le ocurre el nombre de otro jugador que haya compaginado una carrera de tantos títulos con semejantes logros empresariales?

La Real Federación Española de Futbol ha publicado este lunes que, de su parte, no existe pago de comisión alguna hacia Piqué por llevar la Supercopa (que el mismo defensor disputará) a canchas sauditas. De su parte, porque de la saudita, lo lógico es que Kosmos reciba una jugosa compensación. Ahí está de nuevo ese zaguero que cubre incluso más terreno con pantalón largo que metros con pantalón corto…, lo que, dada su calidad, resulta mucho decir.

Twitter/albertolati

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