El retiro de Estados Unidos del Acuerdo de París aún no está definido y la decisión “está en manos de los votantes”, afirmó el ex vicepresidente estadounidense, Albert Gore, ganador del Nobel de la Paz por su activismo sobre el cambio climático.

 

“El imprudente intento del presidente Trump de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París es un proceso que toma un año para completarse”, indicó el también fundador y presidente de The Climate Reality Project, una organización sin fines de lucro dedicada a resolver la crisis climática.

 

En una declaración publicada en su página web, Gore señaló que “a pesar de los mejores esfuerzos del presidente, Estados Unidos no puede abandonar oficialmente el Acuerdo de París sino hasta un día después de la elección presidencial del próximo año”.

 

Destacó que si él sigue adelante, solamente le tomaría 30 días a un nuevo presidente volver a integrarnos al Acuerdo. “Esta decisión está, en última instancia, en las manos de los votantes”.

 

La salida llevaría un año, tiempo que coincidiría con las elecciones presidenciales del 3 de noviembre de 2020 en esa nación.

 

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reiteró el mes pasado que su país se retirará del mecanismo, al sostener su criticado argumento de que no castigará a la población con un mal negocio que “enriquece a los contaminadores extranjeros”.

 

Como lo ha hecho desde el 1 de junio de 2017, cuando anunció el retiro estadounidense del pacto sobre cambio climático, el mandatario defendió su decisión de eliminar regulaciones de la industria energética y advirtió que sus políticas pro combustibles fósiles han convertido a este país en una superpotencia energética.

 

El Acuerdo de París sobre el cambio climático, que se logró el 12 de diciembre de 2015 en la capital francesa, es un plan global de acción para limitar el calentamiento del planeta a 2°C.

 

Al respecto, Gore apuntó que “en los dos años que han transcurrido desde que Trump anunció por vez primera su intención de abandonar el Acuerdo, hemos visto compromisos sin precedentes por parte de líderes cívicos, alcaldes, gobernadores, inversionistas, y la comunidad empresarial, para asegurar que Estados Unidos continúe siendo un líder global para hacer frente a la crisis climática”.

 

Cientos de miles de personas de todas la edades han tomado las calles para demandar que sus comunidades, sus patrones, escuelas y representantes, realicen acciones para ayudar a salvar el equilibrio climático. “Esas acciones son mucho más poderosas, y causan mayor impacto, que las distracciones y las falsas promesas que vienen de la Casa Blanca”, aseveró.

 

“Ni una sola persona o partido puede detener nuestro ímpetu para solucionar la crisis climática, pero aquellos que lo intenten, serán recordados por su complacencia, complicidad y falsedad, en su empeño por sacrificar al planeta a cambio de su codicia”, sentenció.

 

 

 

jhs