El primer ministro británico, Boris Johnson, inició oficialmente el miércoles su campaña electoral con la promesa de “concretar el Brexit” y con críticas a su principal rival, a quien comparó con el líder soviético Josef Stalin.

 

Los británicos acudirán a las urnas el 12 de diciembre después de que el Parlamento acordó la semana pasada celebrar elecciones anticipadas, con el objetivo de poner fin a tres años de profundo desacuerdo sobre el Brexit. El embrollo ha quebrantado la confianza de los inversores en la estabilidad de la quinta economía más grande del mundo y ha dañado la posición de Reino Unido en la escena internacional.

 

El resultado de la votación es difícil de predecir, ya que la cuestión inmediata de la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE) ha hecho que se tambaleen las lealtades tradicionales de los votantes y los rivales más pequeños tienen la oportunidad de desafiar a los dos grandes partidos, los conservadores de Johnson y el Partido Laborista de centro-izquierda.

 

Si bien Johnson está deseoso de enmarcar la votación como un instrumento para resolver el problema del Brexit, las cuestiones internas, como el futuro de la salud pública, también serán fundamentales.

 

“No quiero unas elecciones. Ningún primer ministro quiere unas elecciones anticipadas, especialmente en diciembre”, escribió Johnson en un artículo para el periódico Daily Telegraph.

 

“Pero tal y como están las cosas, simplemente no tenemos otra opción, porque sólo materializando el Brexit en las próximas semanas podremos centrarnos en todas las prioridades del pueblo británico”, declaró.

 

Después de hacer una visita formal a la Reina Isabel, Johnson regresaba a su residencia de Downing Street para anunciar las elecciones de manera oficial. Empezará la campaña de su partido en un mitin el mismo miércoles.

 

Las encuestas muestran que los conservadores de Johnson están muy por delante de los laboristas, pero los analistas advierten que los ánimos son extraordinariamente volátiles. Las encuestas sugirieron que su predecesora Theresa May tenía una gran ventaja en las elecciones de 2017, pero finalmente perdió su mayoría parlamentaria en los comicios.

 

MAL COMIENZO

La campaña de los conservadores ya tuvo un mal comienzo después de que el ministro Jacob Rees-Mogg pidiera disculpas el martes por sugerir que las víctimas del incendio de la Torre Grenfell de Londres, en el que murieron 71 personas, deberían haber hecho uso del sentido común para desoír las instrucciones de los bomberos de que se quedaran en el edificio en llamas.

 

El miércoles, el partido fue acusado de publicar un video manipulado de una entrevista televisiva con un político laborista de alto rango.

 

Johnson, de 55 años, espera obtener una mayoría lo suficientemente amplia en el Parlamento como para ratificar el acuerdo del Brexit que alcanzó con Bruselas el mes pasado y sacar a Reino Unido de la UE a finales de diciembre o en enero.

 

En un intento por rentabilizar la fatiga respecto al Brexit entre los votantes, más de tres años después de que el país votara abandonar el bloque (en un referéndum con un 51,9% a favor de la salida y un 48,1% en contra), Johnson dirá en el lanzamiento de su campaña que es hora de “salir del estancamiento”.

 

En un principio estaba previsto que Reino Unido se retirara en marzo de este año, pero la salida ha tenido que prorrogarse después de que el Parlamento rechazara un acuerdo negociado por Theresa May, y luego obligara al propio Johnson a pedir más tiempo.

 

En su campaña retratará al veterano dirigente socialista laborista Jeremy Corbyn como un líder que quiere frenar el proceso de Brexit mediante la celebración de otro referéndum, a la vez que aumenta los impuestos y destruye la prosperidad.

 

“Fingen que su odio se dirige solo a ciertos multimillonarios y señalan a individuos con un entusiasmo y una venganza no vistos desde que Stalin persiguió a los kulaks”, escribió Johnson.

 

Millones de personas fueron ejecutadas bajo el régimen de Stalin y muchas más perecieron a causa de abusos y enfermedades en una vasta red de campos de prisioneros, conocidos como los Gulags. Los agricultores relativamente prósperos, conocidos como kulaks, se encontraban entre los grupos afectados.

 

Corbyn dijo el martes que quería negociar un nuevo acuerdo para el Brexit y luego dejar que la población decidiera entre irse en sus términos, o no irse en absoluto, diciendo que el acuerdo de Johnson dañaría la economía y erosionaría los derechos de los trabajadores.

 

En el lanzamiento de su propia campaña el miércoles, el líder de la oposición dirá que el Partido Laborista aportaría un cambio real y que aspira a llegar al poder para compartirlo.

 

“La política que defiendo es la de compartir el poder y la riqueza con gente que no tiene mucho dinero y que no tiene amigos en las altas esferas”, dirá Corbyn según extractos del discurso difundidos por su equipo.

 

 

PAL