La semana pasada se inició por parte del Congreso de los Estados Unidos el proceso para llevar a juicio político a Donald Trump. Se votó y aprobó una siguiente fase en la que habrá audiencias abiertas y requiere que la Comisión de Inteligencia presente un reporte con hallazgos y recomendaciones, mientras que la Comisión de Asuntos Jurídicos tendría la última recomendación sobre el juicio político.

 

Es un tema difícil para el Presidente Trump si es del total conocimiento público y las evidencias son claras y contundentes, porque en caso de una aprobación final en la Cámara Baja, en el Senado, dominado por republicanos, sería difícil rechazarlo, ya que implicaría una afectación personal y profesional en la vida de los congresistas vs la sociedad.

 

Este proceso llega en un momento en donde la economía americana vive un proceso moderado de desaceleración económica. Sin embargo, registra una tasa de crecimiento de 1.9% anual, muy cerca del promedio de crecimiento de los últimos 20 años (crecimiento de 2.2% anual), con una tasa de desempleo fuerte de 3.6% y una creación de empleos promedio de los últimos 12 meses de 166 mil plazas mensuales. Además, la inflación está bajo control por debajo del objetivo de la FED.

 

Los mercados accionarios se encuentran en zona de máximos históricos con rendimientos que van desde 17.3% en el año para el Dow Jones hasta 26.4% en el caso del Nasdaq a tan sólo dos meses de concluir el año, lo que genera una confianza y oportunidad para el Presidente Trump.

 

La tasa de interés de referencia se ubica en 1.75% que representa un nivel muy cercano a la tasa promedio de los últimos 20 años en 1.6%. Por ello, consideramos que la FED buscará dejar la tasa un tiempo más estable entre un rango de 1.75 a 1.50%.

 

Existen encuestas en la que la desaprobación del Presidente Trump alcanza niveles de 54.2% contra 42.5% que lo aprueba.

 

¿Que hará Donald Trump ante este escenario?

 

Trump tiene que buscar recuperar su nivel de aprobación con una tasa de crecimiento que ronde el 2.0% para tener un electorado contento que le otorgue la confianza de un segundo mandato.

 

Por el lado económico, sin duda, cederá para alcanzar el Acuerdo Parcial Fase 1 con China y con ello, llegar con menos presiones al proceso electoral. Creemos que sí habrá firma entre ambos mandatarios en este año.

 

Presionará al Congreso para la ratificación del T-MEC y hacerlo como un logro de su administración. Sin embargo, vemos poco probable que la Cámara Baja lo ratifique en este año. Nancy Pelosi ya habló de una posible ratificación durante el 2020, cuando las elecciones estén en su punto más activo.

 

También será importante quién logre el liderazgo entre los demócratas, Joe Biden o Elizabeth Warren. Ambos tienen posiciones diferentes en relación a políticas económicas y fiscales que pudieran hacer grandes reflexiones entre el electorado e inversionistas. Elizabeth Warren iría contra los mercados y al final, contra la confianza.

 

Vendrán tiempos críticos y veremos si Trump tiene alguna carta bajo la manga que le permita seguir al frente otros cuatro años.

 

 

 

jhs