Luego de que el secretario de la Defensa Nacional, general Luis Cresencio Sandoval, reveló el nombre del responsable del operativo fallido en Culiacán, especialistas en temas de seguridad lo calificaron como un error, ya que representa un riesgo para la seguridad de dicha persona y su familia.

“Se supone que los nombres de quienes serían los responsables directos de los operativos forman parte de una secrecía. Por ejemplo, en la época de Felipe Calderón no se sabía quién era el encargado, el responsable formal serían los secretarios de Estado, en este caso, el de la Defensa, Marina o bien el jefe de la Policía Federal en aquel momento”, consideró Gabriel Barrón, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe).

Manifestó a 24 HORAS que es un error dar a conocer el nombre porque se tiene una figura visible con nombre y apellido, al cual se pueden acercar por otras vías –los integrantes del crimen organizado–, y dar con su gente allegada.

Cuestionado sobre si es posible que el responsable haya saltado la cadena de mando, expresó, que los militares siguen a pie juntillas y que ese señalamiento es para decir que él desobedeció y echarle toda la culpa.

El especialista recordó que la Secretaría de Marina, después de la muerte de Arturo Beltrán Leyva, líder del Cártel de los Beltrán Leyva –abatido el 17 de diciembre de 2009 en Cuernavaca, Morelos– por una precipitación, dio a conocer el nombre de un marino que participo en el enfrentamiento y falleció tras éste; su familia fue ultimada el 22 de diciembre de ese mismo año.

Jesús Gallegos, catedrático en el Centro de Estudios Superiores Navales, indicó que en la escala mediática lo que se presenta con la mención es sólo informativo y que el plano institucional requiere un proceso.

“El –cual– está en seguimiento para establecer responsabilidades o sanciones, que van del marco administrativo al disciplinario” externó a este diario.

Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, detalló que las autoridades están violando varias normas, no solo lo que tiene que ver con protección de datos, sino también con la secrecía relacionada con temas de seguridad.

Por otra parte un supuesto soldado del Ejército, a través de su cuenta de Twitter, redactó que fue notorio que el titular de la Sedena no quería decir el nombre del militar, “solo dijo el apellido, cumplió la orden sin decir el nombre completo, asumo que fue tratando de proteger al elemento, todo el país es testigo de quien ordenó decirlo”.

LEG