Hong Kong ha caído en recesión, golpeada por cinco meses de protestas antigubernamentales que estallaron en llamas el fin de semana, y es poco probable que se logre algún crecimiento este año, admitió su secretario de Finanzas.

Manifestantes vestidos de negro y enmascarados prendieron fuego a tiendas y lanzaron cócteles molotov contra la Policía el domingo, siguiendo un patrón ya conocido, con las fuerzas de seguridad respondiendo con gas lacrimógeno, cañones de agua y balas de goma.

Las imágenes de televisión mostraron a los manifestantes, que el domingo entraron en el hotel Kowloon y en la arteria comercial de Nathan Road, prendiendo fuego a distintas barricadas en las calles y echando gasolina desde botellas de plástico hasta incendiar las entradas del metro.

En una estación, los activistas hicieron rodar un barril metálico en llamas por una escalera.

“El golpe a nuestra economía es integral”, dijo Paul Chan, añadiendo que una estimación preliminar del PIB del tercer trimestre del jueves mostraría dos periodos sucesivos de contracción: la definición técnica de una recesión.

También dijo que sería “extremadamente difícil” lograr el pronóstico del Gobierno previo a la protesta de un crecimiento económico anual de entre 0 y 1%.

El motivo de las protestas del domingo fue luchar contra la supuesta brutalidad policial y defender a musulmanes y a periodistas, pues la Policía disparó el fin de semana un cañón de agua contra un grupo de personas que se encontraban frente a una mezquita y varios periodistas resultaron heridos.

LEG