La sonda de calor del vehículo robótico InSight de la NASA fue “escupida” por el suelo de Marte sin que los científicos tengan una explicación del fenómeno.

 

La NASA publicó una serie fotográfica en la que se observa cómo la sonda que fue introducida por el robot dentro de la superficie de Marte fue expulsada de una profundidad de tres metros bajo la superficie.

 

El vehículo InSight tenía la tarea de utilizar su brazo robótico para colocar un sismógrafo e introducir la sonda de calor a una profundidad de entre 3 y 5 metros de la superficie marciana.

 

La acción ocurrió en una zona de Marte donde aterrizó InSight en noviembre de 2018 por estar libre de rocas y tener una superficie de tierra suelta y arenosa para colocar el instrumento HP3 (Heath Flow and Physical Properties Probe).

 

El robot utilizó un taladro con el que cavó en los primeros días un máximo de 30 centímetros antes de encontrarse con un suelo de densidad similar al cemento.

 

Al encontrar la superficie rocosa, los investigadores de la NASA decidieron presionar el suelo alrededor de la sonda con el brazo mecánico del robot para aumentar la presión, así como la fricción a su derredor.

 

 

La técnica parecía haber funcionado, y la sonda logró descender tres centímetros, hasta el 27 de octubre, cuando para sorpresa de los investigadores apareció de nuevo en la superficie.

 

El equipo InSight tuiteó sobre lo sucedido lo siguiente: “una posibilidad observada en las pruebas terrestres es que cayera tierra frente a la punta del topo a medida que rebotaba, llenando gradualmente el agujero y haciendo que el topo retrocediera”.

 

El HP3 es uno de los tres experimentos principales del módulo junto con el experimento sísimico de detección de maremotos y el experimento RISE que mide el campo magnético.

 

Los instrumentos deben medir en conjunto cuál es el nivel de actividad geológica del planeta, y el eventual fallo de la sonda de calor sería frustrante, pero no impediría la labor de los otros dos instrumentos.

 

dm