Los operativos se hacen bien o no deben hacerse.

Sin violencias innecesarias ni respuestas inaceptables de actores delictivos, el episodio de ayer en la CDMX abre oportunidad para reflexiones y contrastes.

Por primera vez en doce años se realizó este martes un operativo policial dirigido a contener la actividad delictiva asociada con grupos generadores de violencia que operan en Tepito, enviando una señal de disposición táctica y estratégica útil para enfatizar el carácter dinámico de la estrategia de seguridad que se aplica en la capital nacional.

Al movilizar a 600 elementos de la Policía, 147 de la Marina y 90 de la Policía de investigación de la Procuraduría General de Justicia de la CDMX, la autoridad pone de relieve que la cooperación intereinstitucional a nivel local y federal, adicionada con el trabajo de inteligencia de las autoridades puede acelerar la entrega de resultados en una capital que ya ha conseguido disminuir los homicidios dolosos, el robo de vehículo con y sin violencia, así como el robo a transeúnte en vía pública y robo a pasajero en el Metro, entre otra decena de delitos cuyo registro ha mejorado en lo que va de esta administración, de los 21 que son considerados de alto impacto.

El titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, tan conciso como activo en estas tres semanas de su gestión, podría estar en el inicio de la simbolización de la parte más ejecutiva de la estrategia actualmente desplegada y la cual integra políticas sociales, mayor presencia y calidad del trabajo policial, desarrollo de coordinación de inteligencia, fortalecimiento normativo frente a ciertos delitos, así como coordinación ciudadana en una apuesta hecha por la ciudad que podría ir modelando lo que es esperable que ocurra en todo el país.

Tepito, la colonia Morelos y no más de 33 colonias ocupan los primeros lugares de asociación de actividad económica y social anexada a prácticas delictivas que, afectando a la totalidad de sus habitantes, es cometida por una fracción minoritaria de los mismos.

Gracias a la denuncia ciudadana, absolutamente vital para la reconstitución del Estado de Derecho que permite, habiéndose establecido claras condiciones de modo, tiempo y lugar, desarrollar acciones puntuales respecto de prácticas relacionadas con los diversos niveles estructurales de organismos delictivos que operan en la capital nacional.

La resolución operativa en Tepito deja entreabierta una enorme ventana de oportunidad a favor de la mejora en la percepción de seguridad.

Es un cliché afirmar que los datos, más o menos duros respecto de cualquier fenómeno, idealmente deben estar alineados con la forma en que se les interpreta, de modo que, en el caso de la seguridad, debieran coincidir el registro numérico de la realidad y la percepción de ella.

Si continúan operativos exitosos como el de ayer, se contienen las reacciones de los delincuentes y el efecto del desplazamiento delictivo, estaremos hablando en 2020 de lo que ya se asoma en esta capital: recuperación de la seguridad.