Los adultos mayores pueden protegerse de la sarcopenia, enfermedad caracterizada por la disminución de la fuerza muscular, y prolongar su esperanza de vida a partir de aumentar la actividad física y de la administración de medicamentos como la metformina, señaló el Instituto Nacional de Geriatría (INGER).

Mediante un experimento, que consistió en evaluar el efecto sobre la composición corporal y la fuerza en ratas hembras envejecidas que fueron sometidas a realizar ejercicio moderado y se les administró metformina, investigadores del INGER observaron que la combinación de la actividad física y ese medicamento puede prevenir el daño causado por un estilo de vida sedentario.

“Se han realizado diferentes estudios con personas en la vejez y se ha encontrado que las personas que han tomado metformina durante muchos años tenían mejor calidad de vida que las personas sanas, (…) se trata de un medicamento con mucha relevancia en la investigación sobre el envejecimiento”, explicó el investigador del INGER, Armando Luna López, mediante su boletín institucional.

La metformina es un hipoglucemiante utilizado para el tratamiento de la diabetes tipo 2, no obstante, refirió el INGER, recientemente se ha encontrado que el medicamento es eficaz para frenar la proliferación de tumores, proteger contra enfermedades cardiovasculares, auxiliar en problemas derivados del ovario poliquístico y las enfermedades neurodegenerativas.

Entre los efectos que desencadena el consumo de ese medicamento destacan la pérdida de apetito, la eliminación de la grasa y la transformación del tejido graso magro sin afectar el páncreas u otros organismos del cuerpo.

Luna López agregó que diferentes estudios también han señalado que las personas diabéticas tratadas con metformina tenían menos mortalidad, no sólo comparadas con otros diabéticos, sino también con las personas sanas usadas como control.

LEG