Reyno, banda mexicana de rock con casi 7 años de trayectoria, ha tenido la oportunidad de abrir los conciertos de grandes exponentes como Zoé, Hello Seahorse! y Enjambre.

La dualidad de los integrantes Cristian Jean (vocalista y guitarrita) y Pablo Cantú (baterista) trajeron a la vida su cuarto disco Fuerza Ancestral, el cual cerro su gira el 18 de octubre en el Teatro Metropólitan con un sold out.

La energía y entusiasmo para el cierre del ciclo de Fuerza Ancestral comenzó con la banda Cuarto Seis, quienes se encargaron de calentaron motores para comenzar el espectáculo. A las 9:04 “Revivir” fue la canción encargada de poner a todo el público de pie y comenzar con una gran noche.

El concierto fue un viaje por todos sus álbumes, durante el cual, instrumentos como la trompeta y el chelo acompañaron a las ya características notas del bajo y el sonido estridente de la batería de la agrupación, además, tuvieron invitados especiales como Jay de la Cueva, quien volvió loco al público con su enérgica interpretación con el bajo durante Dualidad; María Chávez, Paola Meza y Miguel Sarmiento, los ganadores de su dinámica en redes sociales (cantar una canción de Reyno y juntar reacciones), interpretaron junto a la agrupación Control.

A la mita del concierto el vocalista pidió al público interpretar las mañanitas por el cumpleaños de Pablo Cantú, quien con voz entrecortada agradeció al público diciendo “son lo mejor que me ha pasado en la vida”.

El cierre de este disco fue uno de los conciertos más emotivos de la agrupación quien junto a su invitado Ángel Mosqueda (integrante de Zoé) dedicaron la canción Puente de Gustavo Cerati al púbico, acción que enloqueció a todos los asistentes, quienes entre lágrimas, gritos y abrazos coreaban la canción. Cristian Jean califico el concierto como “la noche más bonita de nuestras vidas musicales, hasta ahora”.

La banda mantuvo las sorpresas durante todo el cierto pues como ultimo invitado tuvieron a Aaron Oliver de Rock City interpretando Me desprendo como antepenúltima canción, y para cerrar la gran noche, eligieron una canción de su primer lanzamiento Ahrimán, la cual redondeo toda la energía de este espectáculo.

Antes de ofrecer la clásica reverencia al público, el baterista de la banda arrojo sus baquetas a los espectadores y finalizo la noche diciendo “gracias por renovarnos con esta energía que nos hará seguir por muchos años”.

 

PL