Múltiples explosiones en una mezquita del este de Afganistán hicieron derrumbar el techo del edificio durante las oraciones del viernes, causando la muerte de al menos 62 personas y dejando unos 100 heridos, dijeron funcionarios locales.

 

Attaullah Khogyani, portavoz del gobernador de la provincia de Nangarhar, dijo que las bombas fueron colocadas dentro de la mezquita, situada en el área de Jawdra, en el distrito de Haska Mena.

 

“Hay personas que están usando excavadoras para retirar cuerpos y a los heridos bajo los escombros del techo”, dijo Sohrab Qaderi, miembro del consejo provincial de Nangarhar, y añadió que la cifra de muertos podría subir.

 

Ningún grupo se adjudicó de inmediato la responsabilidad por el atentado, pero el Gobierno acusó a insurgentes talibanes que llevan adelante una campaña para restaurar la estricta ley islámica luego de ser derrocados en 2001 por fuerzas lideradas por Estados Unidos.

 

Sediq Sediqqi, portavoz del palacio presidencial, condenó lo que describió como un atentado suicida.

 

“Los atroces crímenes de los talibanes y sus aliados siguen apuntando a civiles en el momento en que acuden a los rezos (del viernes)”, añadió Sediqqi.

 

Un portavoz de los talibanes negó que el grupo estuviera involucrado.

 

Combatientes talibanes y del Estado Islámico operan activamente en partes de Nangarhar, que comparte frontera con Pakistán hacia el este.

 

PAL