El Fondo Monetario Internacional (FMI) es la organización financiera internacional con sede en Washington, Estados Unidos, que surgió en 1944 con la finalidad de impedir que los países desarrollados volvieran a caer en una crisis económico-financiera como la que ocurrió en 1929. Posteriormente, la institución fue adquiriendo un mayor peso también en las economías emergentes, funcionando como una institución con facultades de otorgarle financiamiento a sus países miembros para apoyarlos en enfrentar algún desequilibrio económico o financiero.

México ha formado parte del FMI desde su formación y ha contado con diversos apoyos financieros a lo largo de las crisis económicas que ha enfrentado durante la década de los setentas, ochentas y la crisis económica de 1995. Posteriormente, el fortalecimiento de los fundamentales macroeconómicos del país y las señales favorables que han tenido la conducción de su política económica y su desarrollo institucional le han permitido contar con una línea de crédito flexible por parte de la institución. Esto es una especie de “seguro” del cual México puede disponer en caso de una crisis económica.

Adicionalmente, dentro de los convenios definidos por el FMI con sus países miembros, existe el de la Consulta del Artículo IV. Esto consiste en una revisión anual de la situación económica y perspectivas de cada uno de los países miembros por parte del Directorio Ejecutivo del FMI. Al respecto, el pasado 11 de octubre finalizó la misión del Directorio en México y publicó en un breve comunicado de prensa los principales hallazgos y conclusiones que el FMI ha hecho sobre la situación económica y las perspectivas de nuestro país. Si bien el análisis completo se dará a conocer aproximadamente dentro de un mes, el comunicado nos permite identificar cuál es el sentir que el FMI tiene sobre México en este año.

En resumen, el FMI reconoce que el crecimiento económico de México se ha desacelerado de manera importante, en un entorno de altos riesgos tanto externos como internos. No obstante, el instituto ha tomado con beneplácito que existe un compromiso por parte de las autoridades del país de mantener un sólido marco económico y político. En general, consideran que el principal reto es el de originar las condiciones para un crecimiento económico sólido, sostenido e incluyente.

La misión concluyó que los fundamentales macroeconómicos sólidos han logrado soportar los choques internos y externos de la economía. Destacaron el compromiso de las autoridades hacendarias por mantener la disciplina fiscal y subrayaron el trabajo del banco central por garantizar que la inflación esté ubicándose dentro de su nivel objetivo con medidas de política monetaria oportunas, además de que el régimen cambiario flexible ha sido clave para amortiguar los impactos del exterior, sobre todo la volatilidad financiera asociada a la incertidumbre alrededor del comercio internacional.

En tanto, denotaron su preocupación por la capacidad de sostener la consolidación fiscal que el gobierno está buscando por medio del recorte en gasto público sin incrementar o añadir impuestos, afectando negativamente a la fuerza laboral y sin capacidad de mejorar la productividad debido al atraso que está sufriendo México en su camino hacia la implementación de las reformas estructurales que iniciaron en el sexenio anterior.

Como resultado, el FMI está anticipando un crecimiento económico de 0.4% de México en 2019 y de 1.3% en 2020, por debajo del 0.9% y 1.6% que anticipaban anteriormente. Inclusive, consideran que el balance de riesgos sobre el crecimiento del PIB del país sigue sesgado a la baja.

Finalmente, la institución destacó cuatro principales recomendaciones para que México pueda retomar un ritmo de crecimiento económico sólido:

Establecer políticas públicas y económicas que contribuyan a impulsar el crecimiento económico y lograr que continúe a la baja el tamaño de la deuda pública en la economía. En particular, el gobierno debe de enfocarse en impulsar la competitividad del mercado laboral, así como mejorar la gestión y monitoreo del gasto en el sector educativo. La misión del FMI reconoció al gobierno por haber impulsado la reducción de comisiones al sistema de pensiones del país y recomendó analizar la posibilidad de extender la edad de retiro de los trabajadores en México. Finalmente, la institución subrayó la importancia de incrementar la eficiencia presupuestal en el sector salud.
En términos de política fiscal, el FMI recomendó que para que sea sostenible la reducción del déficit fiscal, considere identificar en qué sectores podrían incrementarse algunos impuestos, así como seguir buscando una mayor flexibilidad en la determinación de los precios de la gasolina.
La institución aplaudió las últimas dos decisiones de política monetaria por parte del Banco de México, las cuales han llevado a que la tasa de interés objetivo acumule en este año 50 puntos base de recorte. La misión de la institución considera que el banco central cuenta con espacio suficiente par ejecutar recortes adicionales a la tasa de referencia, siempre y cuando la inflación continúe alrededor de su nivel objetivo de 3% anual.
De igual manera, vieron con buenos ojos los esfuerzos que los reguladores financieros, en coordinación con dicha industria, están realizando a favor de la inclusión financiera. Señalaron que deben seguir enfocando sus objetivos a que cada vez más mexicanos se integren al sector financiero, ya que puede contribuir a la reducción de la desigualdad y también a impulsar el crecimiento económico ante una demanda más dinámica.
Finalmente, el FMI destacó la importancia de reanudar la implementación de las reformas estructurales que dieron comienzo en la administración anterior del país.
Considerando todo lo anterior, el comunicado del FMI denota un tono equilibrado. Si bien está reconociendo una pérdida de dinamismo por parte de la economía mexicana como resultado de factores externos e internos, destaca que la situación podría ser peor de no ser por un sólido marco macroeconómico y del compromiso que las autoridades fiscales y monetarias han reiterado con sus decisiones en lo que va del año. En este sentido, persiste un tono cauteloso. El hecho de que el balance de riesgos sobre la actividad económica lo sigan manteniendo sesgado a la baja, representa un llamado de atención por parte del FMI sobre las autoridades mexicanas de que deben redoblar esfuerzos en materia de crecimiento económico, disciplina fiscal, política monetaria acomodaticia y no descuidar el avance que se tenía previsto con la implementación de las reformas estructurales.