Pedro Salazar Ugarte, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas, quien aspira a la Rectoría de la UNAM para el periodo 2019-2023, afirmó que propone una universidad que entienda su autonomía con responsabilidad pública y vocación social, laica, con libertad de pensamiento y gratuita.

Con 16 años de trayectoria académica en la UNAM, dijo que, aunque no es egresado de esta casa de estudios, es universitario por convicción y por decisión. “Toda mi vida académica ha transcurrido en esta institución. Además, una universidad debe ser siempre en todo sentido universal, y esa universalidad es lo que nos recuerda que es de todas y de todos”, señaló en entrevista con 24 HORAS.

Salazar Ugarte, la directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Angélica Cuéllar Vázquez, y el actual rector, Enrique Graue Wiechers, estan en la lista de los aspirantes a ocupar la rectoría de la UNAM para los próximos cuatro años.

 

¿Qué es lo que usted propone en su plan de trabajo?

– Una universidad que entienda la autonomía como una responsabilidad; que entienda su naturaleza pública como vocación social y laica; que entienda la laicidad como principio de libertad de pensamiento; que extienda la gratuidad como corresponsabilidad con el entorno, con el momento y con la sociedad mexicana.

¿Cuáles cree que son las necesidades apremiantes de la UNAM?

– Una necesidad urgente es la de aprovechar las nuevas tecnologías y el salto tecnológico de la mejor manera para llegar al mayor número de estudiantes posibles y ampliar la garantía del derecho humano a la educación.

¿Qué defectos ve en la institución?

-Tenemos un problema fuerte de seguridad y un reclamo por parte de las estudiantes hacía las políticas por la violencia que deben ser atendidas sin dilaciones.

Tenemos un rezago de actualización de algunos de nuestros planes de estudio, que es un problema serio porque las transformaciones del conocimiento exigen una mayor celeridad y velocidad.

Creo que requerimos mayor eficiencia en la gestión de carácter administrativo; existen procedimientos y duplicidades que a veces dificultan el quehacer de los procesos. Eso es algo muy importante, colocar la agenda académica como prioritaria.

¿Cuáles son los retos de la universidad en los próximos 4 años?

-Uno, el aprovechamiento de las nuevas tecnologías; dos, brindar la mejor educación posible al mayor número de estudiantes; tres, garantizar condiciones de igualdad para la convivencia pacífica en una comunidad de personas con concepciones diversas del mundo.

Cuatro, garantizar que la universidad sea un espacio libre de violencia a su interior y, al mismo tiempo, sea un actor corresponsable con la pacificación del país, (ello) en la crisis de violencia que vivimos en este momento, que no debemos ignorar.

¿Cómo resolverá el tema del porrismo en la universidad?

– No debemos olvidar que la seguridad pública es ante todo responsabilidad del estado mexicano. La política institucional debe ser de absoluto rechazo a todas las formas de violencia, debe procesar sus diferendos a través del diálogo, de la deliberación, de la confrontación de ideas, pero nunca con violencia.

La seguridad depende de todas y de todos; las políticas universitarias deben ser incluyetes para mejorar las condiciones de nuestra seguridad. Debemos escuchar a las y los jóvenes y entender sus prioridades.

(Así como) tener una comunicación constante con las autoridades públicas en los municipios, ayuntamientos y entidades federativas en las que está asentada la universidad.

¿Cómo atenderá la violencia de género en la universidad?

-Como una prioridad propongo crear una Secretaría de Inclusión e Igualdad que nos garantice la posibilidad de ser transversal a la agenda de las igualdades, las diversidades y, por supuesto, prioritaria del género.

¿Está de acuerdo en eliminar el examen de admisión para ingresar al bachillerato y licenciatura?

-No, no es viable. Es una propuesta que aspira a un ideal loable que es el de universalizar al máximo la educación pública, la gratuidad y calidad. Pero se topa con limitaciones de las capacidades institucionales.

La Universidad Nacional Autónoma de México tiene una capacidad limitada y coexiste con otras universidades a lo largo y ancho del país, (en las que) sí hay una ventana de oportunidad.

Yo propongo un sistema universitario nacional en el que las universidades lideradas por la UNAM
hagan una alianza estratégica, en la cual, utilizando las nuevas tecnologías de la comunicación e información, amplifiquen el conocimiento que generan al mayor número de personas a través de plataformas.

¿Se debe democratizar la elección del Rector o debe ser la Junta de Gobierno quien elija?

-Las decisiones fundamentales de esta universidad en materia administrativa y académica ya son democráticas. Es un tipo de democracia muy concreta y potente: es deliberativa.

La Junta de Gobierno no toma su decisión de espaldas a la comunidad, al contrario, hoy está auscultando la está escuchando. No solamente referente al perfil idóneo o el mejor plan de trabajo de propuesta a la Rectoría, sino también el estado de cosas, cuál es el ambiente y cómo se está viviendo la vida universitaria.

¿Participaría en un debate entre los candidatos a la Rectoría?

-Siempre estaré dispuesto a participar en un intercambio de ideas con el rector Graue y con Angélica Cuéllar porque tenemos una estupenda relación, una abierta comunicación y, por supuesto, una legítima aspiración de dirigir a la universidad por los próximos cuatro años.

¿No será un impedimento el que usted no sea egresado de la UNAM para ser elegido?

-No. En primer lugar he sido elegido en dos ocasiones por este instituto y he estado en la Junta de Gobierno tres veces. Soy universitario por convicción y por decisión.

Desde hace más de 16 años estoy y toda mi vida académica ha transcurrido en esta universidad. Además, una universidad debe ser siempre universal, y esa universalidad es lo que nos recuerda que la UNAM es de todas y de todos, independientemente de donde estudiamos la primaría, la secundaría, la preparatoria, la universidad y el doctorado.

Si no es elegido rector, ¿a qué se va a dedicar?

Si no soy electo rector, yo seguiré siendo director del Instituto de Investigaciones Jurídicas por los
próximos tres años. Y después de que concluya mi cargo directivo, o cuando concluya mi cargo en
la Rectoría, regresaré a mi cubículo como el académico a seguir investigando, pensando, enseñando y escribiendo.

Frase

“Debemos hacer el esfuerzo de ampliar al máximo la matrícula en todos nuestros niveles, pero debemos entender que la UNAM tiene una capacidad limitada”.