Los bloqueos en los accesos vehiculares al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) por parte de los taxistas concesionados obligaron ayer a miles de pasajeros a buscar otras alternativas para entrar y salir de la terminal aérea.

De negocios, por placer, por trabajo, solos o con su familia, miles de usuarios del Aeropuerto buscaron durante las cinco horas y media que duró la protesta opciones para salir de la terminal a una zona que, además, se las describieron como peligrosa.

Francisco Fabregat llegó al mediodía a la Ciudad, proveniente de Estados Unidos, para cerrar un negocio. Al darse cuenta de la protesta que impedía el tránsito de la avenida Capitán Carlos León González, donde se ubican las puertas 1 hasta la 8, en la Terminal 1 del AICM, optó por esperar… dos horas, con la esperanza de que concluyera la manifestación, lo que no sucedió.

A las 14:20 horas ya caminaba rumbo a la estación Terminal Aérea del Metro capitalino, sin saber exactamente hacia donde tendría que ir para llegar a su hotel, ubicado sobre el Circuito Interior, casi esquina con la Calzada Ignacio Zaragoza.

“Quiero cruzar, pero no sé por dónde, de entrada ya me dijeron que no caminara por aquí porque asaltan”, decía mientras señalaba en el mapa de su celular un tramo del Circuito.

Molesto, cuestionaba los métodos de los taxistas para expresar su descontento: “es una payasada, si quieren que no se vaya el mercado que está acaparando las aplicaciones tienen que analizar el problema de fondo, el costo”.

“Un Uber”, agregó, “te cobra 150 pesos a un destino, estos cuates (taxistas del AICM) te cobran 350, casi 400 pesos. A la gente le da igual si es un Uber, si es uno de estos taxis, si es una limusina o un Ferrari, lo que quiere es que lo lleven y lo que pagas es lo que repercute en tu decisión”.

LEG