Habitantes de Cuautepec manifestaron este domingo su rechazo a la construcción del Cablebús, por considerar que son más los daños que los beneficios que generará esa obra.
Durante un recorrido de Notimex por los puntos en los que este domingo se colocaron mesas para informar a la gente y recolectar firmas contra el proyecto, se pudo conocer el Deportivo Revolución.
A decir de los vecinos, se trata de uno de los pocos espacios históricos con que todavía cuenta Cuautepec, y ahora se proyecta como base de una de las estaciones del Cablebús, lo que en su opinión perjudicaría a quienes acuden allí a realizar sus actividades deportivas.
Armando, uno de los responsables de cuidar el centro deportivo, destacó que el lugar ha sido cuna de muy buenos deportistas, y que inició sus actividades con beisbol, pero luego, debido a intereses políticos, se ha ido expropiando parte del terreno para hacer obras, como las escuelas que se ubican al norte del lugar.
Consideró que más que una promesa de campaña, como argumenta la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, es una necedad pretender instalar ese medio de transporte en una parte que ya es plana, al igual que muchas otras obras que se han hecho anteriormente.
“¿Ves ese edificio blanco que luce abandonado? Originalmente era un lavadero del pueblo, pero luego llegaron con el supuesto proyecto de los desayunos del gobierno y lo expropiaron, hoy está abandonado, señaló molesto.
Javier, uno de los colonos que acudió a firmar contra el Cablebús, agregó que lo mismo ocurre con muchos otros proyectos de los que hoy ya nadie habla, pero que en su momento se pretendieron realizar y no tuvieron éxito.
“Originalmente pretendieron hacer un centro de estudios cinematográficos en Loma Linda en la década de los 40, y luego se habló también de un faro o de un Museo del Drenaje Profundo, incluso un hospital que nunca prosperaron”, recordó.
Hoy el gobierno busca llevar a cabo este proyecto, el cual es bueno, pero no en la forma en que lo están planteando, y dicen que beneficiará a toda la población, cuando en realidad solo servirá para 11% de quienes viven alrededor de las estaciones, expuso Juan Téllez.
Al percatarse de la presencia de Notimex, de inmediato los colonos del lugar se ofrecieron a mostrar una de las calles por las que el proyecto pretende instalar uno de los postes que sostendrán el cableado del Cablebús y cuyo diámetro será de cuatro metros.
Se trata de la calle Rafael Ramírez, que apenas mide cuatro metros de pared a pared, sin banquetas, por lo que los colonos acordaron estacionar los vehículos solamente del lado derecho para permitir la circulación, ya que a pesar de ser una avenida pequeña, es una de las más transitadas.
Para ayudarnos a comprender la dimensión del citado poste, los habitantes de la calle salieron de sus casas y se tomaron de las manos para formar un círculo, simulando el diámetro y circunferencia que tendría el poste, que básicamente ocuparía toda la calle.
A ello hay que sumar dos metros más de la base de cada pilar para evitar que se caiga, por lo que consideraron ridículo que pretendan colocar un poste de semejantes dimensiones en una calle de cuatro metros y medio, lo cual significaría tirar casas circundantes al poste.
Además, debajo de esa calle pasa el ducto principal que lleva agua potable a Cuautepec, por lo que excavar para instalar ese poste implica afectar el ducto y dejar sin agua a toda esta zona, agregó Andrea Allende.
Este problema se extendería a las escuelas que están a un costado del deportivo, la primaria “Gertrudis Armendáriz” y la preescolar “Josefa Ortiz de Domínguez”, que serían enviadas a la Avenida Lázaro Cárdenas, lo que generaría un caos mayor al que ya se genera por la Primaria “Melchor Ocampo”.
De por sí este año ya se registraron dos muertes sobre esa avenida por la cantidad de niños que salen y entran a esas primarias, ahora quieren concentrarlas todas en un solo punto sobre Lázaro Cárdenas, lo cual sería un verdadero caos, refiere una madre de familia que se sumó a la conversación.
“La cuestión no es que estemos contra esa obra, que a primera vista es prometedora, lo que nos molesta es que a leguas se nota que el responsable del proyecto, Pavel Sosa, no tiene idea de los daños y problemas que generará”, aseveró Andrea Allende.
MGL