Una corte de Hong Kong acusó hoy formalmente a siete personas por los disturbios y ataques a la Policía del martes pasado, entre ellos Tsang Chi-kin, el joven que recibió un disparo a quemarropa de uniformado en el distrito de Tsuen Wan.

 

El estudiante de secundaria, de 18 años de edad, fue acusado penalmente de agredir a un oficial con una con una barra de metal y por los disturbios de las protestas del pasado 1 de octubre, que coincidieron con el 70 aniversario de la fundación de China.

 

El joven, conocido como “Tony” por sus amistades, fue la primera víctima por arma de fuego de la Policía en las protestas antigubernamentales y en prodemocracia que se viven desde junio pasado en la Región Administrativa Especial de Hong Kong (RAEHK).

 

Tsang, quien podría ser condenado una pena máxima de prisión de 10 años, no compareció ante la Corte, debido a que siguen internado en un hospital, convaleciente de la cirugía de emergencia a la que fue sometido para extraerle la bala alojada en un pulmón, informó la emisora RTHK.

 

Pese a que el gobierno asegura que Tsang salió bien de la operación y que está estable, miles de personas marcharon el miércoles y cientos más pasaron en vela esta madrugada para expresar su ira e indignación por la agresión que sufrió el joven de manos de la Policía.

 

Sin embrago, la Policía de Hong Kong defendió al oficial que apretó el gatillo contra el estudiante, argumentando que temía por su vida, ya que él y sus colegas fueron superados en número y rodeados de manifestantes “muy despiadados”.

 

“Los manifestantes fueron muy despiadados, usaron un martillo, una llave inglesa y una barra de hierro para atacar a nuestro colega que cayó al suelo. También usaron bastones afilados para apuñalarlo”, indicó Tse Chun-chung, superintendente de Relaciones Públicas de la Policía.

 

Un video del incidente, captadas por cámaras de seguridad, muestra el momento en que policía dispara sin aviso contra el joven a unos cuentos metros de distancia y amenaza a otros manifestantes, que se defienden con bastones y sombrillas.

 

Alrededor de 200 simpatizantes se congregaron frente a la Corte de Sha Tin para seguir de cerca los procedimientos judiciales contra los siete jovenes acusados, después de otra noche de violencia y enfrentamientos con las fuerzas del orden.

 

Ante la escalada de violencia, la Policía instó al gobierno a imponer toques de queda y a prohibir el uso de máscaras, pasamontañas, cascos, lentes y mascadas para cubrirse el rostro y ocultar su identidad durante las protestas.

 

Desde junio pasado, el territorio semi-autónomo chino se ha visto afectado por manifestaciones masivas, en contra de un proyecto de ley de extradición propuesto a China, que hubiera permitido a Hong Kong entregar a sospechosos al gobierno central chino para ser juzgados.

 

Pese a que el gobierno de Hong Kong canceló del polémico proyecto de ley, los manifestantes han continuado sus protestas y han transformado su movimiento en la lucha por la democracia y la libertad para elegir a sus autoridades, sin la intromisión de China.

 

PAL