Foto: Gabriela Esquivel Por la noche, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, reconoció el trabajo de los participantes en el cordón de paz: “Son unos héroes así que todo mi reconocimiento”, dijo  

Desde las 15:00 horas –antes de que iniciará la marcha por el 51 aniversario de la matanza estudiantil en 1968–, comenzó la conformación del cinturón de paz que resguardó el paso de los manifestantes.

Los funcionarios del gobierno capitalino llegaron a Eje Central Lázaro Cárdenas, calle 5 de Mayo y el Zócalo portando una camiseta blanca con la leyenda “2 de octubre no se olvida” (en la parte frontal) y “Cinturón de paz” (en la parte posterior).

Tomados de las manos, custodiaron a los participantes lo mismo empleados de la Tesorería, el Registro Civil, la Central de Abasto y de las alcaldías, que personajes como César Cravioto, comisionado para la reconstrucción de la CDMX; Dunia Ludlow Deloya, coordinadora general de la Autoridad del Centro Histórico; y Héctor Ulises García Nieto, coordinador de la Ceda.

De acuerdo a las autoridades de la CDMX, se compraron 20 mil playeras para quienes participaron en el cordón de paz, a un costo de 48 pesos cada una.

Al cuidado de la marcha se sumaron la Brigada Humanitaria de Paz Marabunta, voluntarios hombres y mujeres vestidos de rojo quienes ayudaron a preservar el orden, así como brindar primeros auxilios.

Fue a las 17:30 horas cuando un grupo de encapuchados –a la altura del Eje Central y avenida 5 de Mayo– rompió el cinturón de paz y arrojaron piedras, rompieron una puerta de cristal del Banco de México, hicieron pintas a inmuebles y destrozaron puestos de revistas y periódicos.

La situación subió de tono cuando los encapuchados aventaron petardos a los policías –ubicados en la calle de Bolivia–, quienes se limitaron a protegerse con escudos y apagar fuego con extintores. Esto se repitió en Motolinía, Isabel la Católica y la calle de Palma hasta llegar al Zócalo.

Al ingresar a Plaza de la Constitución un hombre fue herido en la cabeza por los encapuchados que los agredieron por tomarles fotos cuando causaban daños. “Los anarquistas me golpearon”, acusó el hombre a quien le abrieron la cabeza, por lo que fue atendido por la Brigada Marabunta.

Al concluir la marcha a las 18:00 horas, otro grupo de encapuchados detonó varios petardos sobre la calle 5 de Mayo e Isabel la Católica, por lo que fueron encapsulados por elementos de seguridad; entre ellos quedaron integrantes del Cinturón de Paz, generando tensión.

Los encapuchados se dispersaron entre los asistentes al mitin en la Plaza de la Constitución, y comenzaron a quitarse los pasamontañas, cambiarse la ropa para perderse entre la gente.

Cabe señalar que cuando la vanguardia del contingente pasaba por Eje Central, los integrantes del cinturón de paz se iban retirando.

Aunque no hubo daños como la marcha de Ayotiznapa del 26 de septiembre, durante la protesta del 2 de octubre hubo connatos de violencia entre grupos radicales contra elementos de seguridad.

Quienes realmente quedaron en la retaguardia de la movilización fueron los 250 trabajadores de limpia, quienes no dejaban de barrer y quitar todas las pintas realizadas en los inmuebles.

Por la noche, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, reconoció el trabajo de los participantes en el cordón de paz: “Son unos héroes así que todo mi reconocimiento”, dijo.

Xavier Rodríguez

LEG