Foto: Especial Los discursos de odio, ideologías extremistas o supremacistas y expresiones xenofóbicas inspiran, alientan o justifican actos violentos  

México se unió al llamado a la Acción de Christchurch para eliminar el contenido en Internet que promueve actos de terrorismo, extremismo violento, y los discursos de odio, luego de que el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, asistiera a éste acto convocado por Nueva Zelandia en marco de la 74 Asamblea General de las Naciones Unidas que se lleva a cabo en Nueva York.

 

En un comunicado, la cancillería destacó que esta adhesión va en consonancia con el derecho internacional y particularmente como medida de protección de derechos humanos.

 

“Mediante diálogos constructivos con representantes de otros Estados, la delegación mexicana hizo patente que la cooperación internacional, con apego a dichas normas, de Estados, empresas y sociedad civil, es esencial para prevenir y combatir el discurso de odio que deriva en extremismo violento y que puede conducir al terrorismo”, destacó la dependencia.

 

La participación de México en ese evento, abundó, responde a la preocupación de nuestro país por la propagación global, mediante internet, de discursos de odio que exaltan diferencias entre individuos o grupos con base en la pertenencia étnica, nacional, racial, religiosa, de género u orientación sexual, entre otras.

 

Estos discursos justifican y alientan acciones de discriminación y, en ocasiones, llaman a la agresión física o a la violencia, como fueron los casos de los atentados en la mezquita de Christchurch y en el supermercado en El Paso, Texas, estableció la cancillería.

 

“México considera que, en una era en que las nuevas tecnologías permiten una difusión rápida y masiva de la información, las obligaciones de los Estados de adoptar todas las medidas necesarias para prevenir, eliminar, prohibir y sancionar todos los actos y manifestaciones de discriminación e intolerancia, inclusive en el internet, cobran especial relevancia. Por ello, se debe rechazar la propaganda inspirada y nutrida por la discriminación e intolerancia.

 

Para México resulta claro que los discursos de odio, ideologías extremistas o supremacistas y expresiones xenofóbicas inspiran, alientan o justifican actos violentos, que pueden conducir al “extremismo violento”, por lo que deben ser condenados y castigados de manera firme y sin condiciones”.

 

 

 

jhs